martes, 27 de marzo de 2012

El piquete empresarial.

 

El piquete empresarial (laopinióndemurcia.es. Martes 20 de marzo de 2012)

Joaquín Sánchez

Siempre que hay una huelga general sale a relucir de una manera virulenta el debate de los piquetes obreros, a los que se les acusa de coercitivos e innecesarios porque si son piquetes informativos, hoy en día hay suficientes medios de comunicación para que los obreros de cualquier ámbito laboral estén informados y, por tanto, no son necesarios. Desde instancias gubernamentales se insiste que si existe el derecho a la huelga también existe el derecho a trabajar y que la huelga se debe llevar a cabo en el ejercicio de la libertad individual y se debe garantizar el derecho a trabajar.

Pero curiosamente no se habla nada de los piquetes empresariales que funcionan desde el mismo instante en que se anuncia una huelga general, y éstos sí que son tremendamente coercitivos e informan que el que vaya a hacer huelga será despedido o no se le renovará su contrato. Además, se hace con nocturnidad, es decir, de una manera individual y sin testigos. El poder económico tiene medios suficientes para imponer su amenaza; ejercer el derecho a la huelga va a conllevar la pérdida del empleo o hacer la vida imposible al empleado en su lugar de trabajo.

El piquete empresarial tiene mayor fuerza porque ha logrado fragmentar el mundo del trabajo, unido a la precariedad, utilizando el chantaje de ´si no te renuevo el contrato cómo vas a alimentar a tus hijos o pagar la vivienda´. Un piquete obrero puede interrumpir una labor durante horas, pero no destruye la vida de personas.

El piquete empresarial actúa desde el anonimato y sin presencia policial. La Policía está a las puertas, según dicen, para proteger el derecho a trabajar, pero ¿por qué no están dentro para proteger el derecho a la huelga? Vigilan los piquetes obreros y permiten que los piquetes empresariales actúen desde una impunidad escandalosa. ¿Por qué desde instancias gubernamentales no se dice a los empresarios que no coaccionen a los obreros para que puedan ejercer libremente su derecho a la huelga? Como es habitual, los Gobiernos se muestran sumisos al poder económico.

Precisamente esta reforma laboral va a dejar a la clase trabajadora en una precariedad y flexibilidad que implica claramente una situación de explotación y opresión, que va a dificultar aún más el derecho a la huelga, porque si te dejan sin trabajo te arruinan la vida, no sólo económicamente sino también familiar y personalmente.

Mientras los piquetes empresariales están actuando sin ninguna cortapisa desde el día que se rumoreaba que habría huelga general, y sin ningún debate mediático, se está poniendo el acento en los piquetes obreros, que intentaremos —lo digo en plural porque si Dios quiere participaré desde la no-violencia—, decir que el movimiento obrero es un movimiento para la lucha por la justicia social y en defensa de los derechos laborales y sociales y, no me cansaré de insistir, para crear una humanidad de todos y para todos.

Es verdad que hay muchas dificultades para que una huelga general salga bien, porque existe trabajo precario, situaciones de explotación, chantaje de los piquetes empresariales y el hecho de que quitan ese día de sueldo, y hay muchos que no se lo pueden permitir, la amenaza velada de que los Cuerpos de Seguridad van a ´dar goma´… pero es necesario que ante leyes como la de esta reforma laboral protestemos y salgamos a la calle si queremos que las generaciones venideras tenga un futuro digno. Yo no tengo hijos, pero participaré en la huelga general porque no creo, mejor dicho, no quiero una humanidad gobernada por personas que a través de corporaciones e instituciones financieras, políticas… hacen bandera de la codicia, de la avaricia, la ambición, la lujuria, la gula y la violencia, una forma de actuar que destruye al ser humano y a la naturaleza.

Posdata. Hay cristianos católicos que echan pestes de los sindicatos —son anti-sindicatos— de las huelgas, de la protesta social, de reivindicar la justicia social porque les suena a izquierda. Sólo recordarles que la Doctrina Social de la Iglesia defiende y valora a los sindicatos, defiende el derecho a la huelga y la protesta social y anima a luchar por la justicia social. Esto también es de catecismo.
(NOTA: El cura Joaquín Sánchez, natural de Bullas y afincado en Cieza y que fue colaborador de LA OPINIÓN, es director de la Escuela Infantil La Casica, de Cáritas, en el municipio ciezano y ejerce como sacerdote en la Prisión Provincial de Murcia, en el Hospital Psiquiátrico Román Alberca y en el Centro de Internamiento de Extranjeros. Ha sido reconocido con el ‘Premio Solidario Anónimo 2009’, una distinción que anualmente otorga la Universidad de Murcia (UMU) a hombres y mujeres que destacan por dedicarse a procurar el bienestar de las personas con menos recursos. Ver en:

1 comentario:

  1. El derecho a huelga en una sociedad democrática es un derecho individual.
    Los piquetes tenían su función en épocas pasadas en donde la libertad no existía y se debía -era un deber de todos los ciudadanos demócratas- luchar con todos los medios necesarios contra un estado dictatorial y policial. Al final lo conseguimos y España dejó de ser una dictadura y tuvo una Constitución democrática, no lo consiguió el PSOE, que no existía, o estaba a la espera para volver al poder gratuitamente, lo conseguimos algunas fuerzas políticas, PCE y otras de parecida índole y los ciudadanos con conciencia moral y democrática, y los sindicatos, sobre todo CCOO.
    Ahora esas mismas fuerzas políticas y sindicales vuelven a atacar al estado democrático con huelgas innecesarias y perjudiciales para una economía tan maltrecha como la actual. ¿Porque usan los mismos medios usados contra una dictadura? ¿Porque no lo hicieron en el 2011 cuando el PSOE hizo su reforma laboral? ¿Es que no se atentaban los derechos de los trabajadores en esta ocasión?. Muy fácil respuesta -la saben ellos-:
    Tras la llegada de la democracia, los agentes sociales han ido perdiendo fuerza -que a ido pasando a los partidos políticos de la izquierda, PSOE, IU-, han perdido su influencia en el ámbito social, han perdido su militancia, y por tanto, sus ingresos, y en un primer momento, llegaron casi a desaparecer.
    No obstante, y desde el punto de vista táctico, las centrales sindicales tienen gran fuerza coercitiva que podía ser aprovechable a la hora de ayudar electoralmente a estos partidos, autodenominados de la izquierda, y decidieron echarles una mano, dándoles financiación a través de los cursos (que en muchos casos ni siquiera se llegaron a dar, ose hizo de pasada y mal hecho) y subvenciones estatales, y pertenencia a Consejos de Administración de Cajas y Bancos de entidad estatal(el sec. general de UGT/Madrid cobra mensualmente 12.000€ por este epígrafe) y condonamiento de créditos por parte de la banca privada con el fin de conseguir favores de los equipos de gobierno del PSOE, etc. Con todo esto, han conseguido hacer de los antiguos sindicatos de clase una marioneta del poder político, siendo usada a su antojo y en cualquier ocasión que estos partidos vean en peligro su modus vivendi, o sea, el ejercicio de la Política para fines particulares y de poder de partido(¿que diferencia hay en esta practica con la pre-constitucional?), o sea, contra la democracia.
    Por otro lado, y a la luz de las reformas en el mundo laboral del PSOE de Felipe González en 1.995, con el despido libre y la contratación temporal, se le dio a los empresarios las herramientas para despedir a fin de contrato a quien le parezca menos productivo para su empresa, sin explicaciones. ¿Y ahora los sindicatos aducen que eso se usará para ser coercitivos con sus empleados si van a la huelga?¿Porque no quemaron las calles en ese momento? Esa reforma contra el mundo obrero ha sido la mayor que se ha hecho en España, incluso que en la España franquista, y fue diseñada por el partido que ahora se enfunda la túnica roja del laborismo, el PSOE. Siempre hemos dicho que es la rueda de repuesto del capital, del liberalismo económico. Son como lobos con piel de corderos, cuando tienen que atacar, lo hacen hasta las mismas entrañas del trabajador y a escondidas, camuflados con su toga roja.
    Lo que pasa es que se vieron casi destruidos y es desbandada y han vuelto a sacar sus garras, intoxicando a la población y utilizando a sus maniatados sindicatos.

    El campo de juego en una sociedad democrática y avanzada es la democracia, la igualdad y la justicia. Hoy, decir izquierda es decir democracia.

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