domingo, 28 de julio de 2013

O como cargarse hospitales públicos.

 
 
 
El hospital, pese a no tener servicio de urgencias está equipado con los mejores materiales y fue reformado hace poco. Pero las 5 unidades y los quirófanos permanecen cerrados, por recortes. 
 
Ayer, DRY Madrid recibió un mensaje de un enfermero de Galicia que demuestra la manipulación política que hacen nuestras autoridades de un asunto tan espantoso como el accidente ferroviario de Santiago. Hemos esperado a difundirlo hasta tener la noticia confirmada de manera independiente, pero hoy la Voz de Galicia publica un artículo en el mismo sentido. El mail que hemos recibido dice así:

"El hospital de Conxo, en Santiago de Compostela es el hospital más próximo al lugar del accidente.

El hospital, pese a no tener servicio de urgencias está equipado con los mejores materiales y fue reformado hace poco. Pero las 5 unidades y los quirófanos permanecen cerrados, por recortes.

Había personal muy cualificado convocado en el centro esperando recibir víctimas. Sin embargo, la gerencia del complejo no quiso abrir las unidades cerradas, ni montar dispositivo alguno en el centro, pero en cambio si derivaron pacientes al centro policlínico A Rosaleda (un centro privado).

Tanto políticos como la gerencia colgándose medallas ante los medios, declarando que se emplearon todos los recursos y camas, y los hospitales funcionando al completo. MENTIRA.

El Hospital de CONXO, prácticamente pegado a la vía del tren no recibió a nadie.

Camas vacías, unidades enteras y quirófanos cerrados. El personal totalmente impotente y frustrado. Y los politicos echándose flores y contando auténticas mentiras.

Por favor, házlo correr."

Esto publicaba La voz de Galicia:

Polémica por el reducido número de heridos derivados a Conxo
La respuesta del personal del complejo hospitalario público de Santiago fue impresionante, y numerosos profesionales se desplazaron desde Vigo, Sanxenxo y otros lugares donde pasaban sus vacaciones para ayudar, sin que se les llamase. De ese modo en urgencias del Clínico se acumularon una gran cantidad de médicos y enfermería dispuestos a atender heridos.
También se desplazó una importante cantidad de personal al hospital médico-quirúrgico de Conxo, otro centro público, el más próximo al lugar del accidente (y a unos dos kilómetros del Clínico), aunque sin servicio de urgencias. Profesionales de diversos estamentos prepararon camas y tuvieron todo listo para poder recibir pacientes. Preveían que, al menos de la planta de traumatología, de más de 40 camas, se utilizarían todas; incluso de otras unidades clausuradas en estas fechas por la programación veraniega.
Esos recursos finalmente no se utilizaron, pues a ese hospital se desviaron muy pocos casos, y ayer permanecían solo tres pacientes del accidente ingresados allí. El personal no intervino, lo que provocó frustración en un primer momento.
Ayer hubo reacciones de indignación, al conocer que el hospital La Rosaleda recibió a 31 pacientes, por entender que se le habían desviado desde el Clínico para favorecer a ese centro privado, en vez de aprovechar los recursos públicos.
El gerente de La Rosaleda, Rafael Silva, explica que 27 de esos enfermos se los envió el 061, tras ser clasificados, y llegaron directamente en ambulancia desde el lugar del accidente. Desde el Clínico recibieron cuatro, que precisaban cirugía, porque el hospital público no podía atenderlos al recibirlos por tener los quirófanos ocupados.
Este asunto provocó ayer polémica y anónimos en las redes sociales, que la dirección del Clínico valora «fuera de lugar».

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