Algunas veces paseando por
el pueblo te puedes encontrar con verdaderas joyas, artistas casi anónimos, con tapias y muros por lienzos, como estoy preparando una buena la segunda intentona de meter a
Azuqueca en el Guinness pero esta vez con fundamento, veremos si cuela...algunas veces te encuentras con esto.
El gran Nogal ahora 40 ó mas años después ya no me pareces tan grande , tu
fuiste testigo de batallas de arcos y tirachinas, esas flechas de junco de
pluma que con sus puntas de chapa de botella convenientemente aplastada y
afilada en un buen bordillo de los de antes graníticos nada de esos
modernos de hormigón hecho en moldes todos igualitos, mismo tamaño, idénticas
medidas.... esos tirachinas con gomas de cámaras de bici, las americanas las
mejores que pedradas como estaremos todos enteros, los que quedamos
porque has de saber querido y viejo nogal que algunos de esos niños que corrían
por tus ramas ya no están, esas cabañas con palets de vicasa entre tus entonces ya maduras ramas que
soportaban a cinco o mas chavales , aquellos primeros cigarrillos Jeans o
celtas sin boquilla…cuantas nueces nos diste.
Y hoy te veo así, estas viejo, decrépito, grandes heridas jalonan tu antes
orgulloso tronco, heridas terribles que enferman tu ya dolorida salud. Nogal si
pudieras hablar ¿verdad? si pudieras contar a un retoño tus quietas andanzas,
tus paradas aventuras, tus años mozos, hay nogal que recuerdos me das.
Pero a pesar de todo tus hojas aún verdes en noviembre y tus frutos todavia
presentes gracias amigo por estar.
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