Norman Foster se lleva su Fundación de Madrid al ver garabateado con lápiz su proyecto
Foster compró el Palacio de Montesquinza y pensaba instalar en él su Fundación. Ahora, se irá a Nueva York.
El Buscón
| 09-04-2014
Un desastre en toda regla, adelantado en exclusiva por el diario El País y sobre el que Vozpópuli amplió información: Norman Foster
se lleva de Madrid su fundación, que pensaba instalar en el Palacio de
Montesquinza, antigua sede de la banca privada de Caja Madrid (la
inefable Altae), lo cual iba a ser un hito mundial.
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El
mejor arquitecto del Siglo XX es un auténtico icono, no sólo como
diseñador de edificios, sino como referencia intelectual en el mundo.
Amigo personal de la Reina, Príncipe de Asturias de las Artes 2009, su
figura pasará a los anales, aunque todavía continúa totalmente en
activo.
Foster compró el inmueble por 9 millones de euros y pensaba gastarse otros 3 o 4 en su rehabilitación integral.
El pasado mes, un arquitecto de su despacho llevó el proyecto a la
Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio
Histórico-Artístico y Natural (CIPHAN), en la que el Ayuntamiento debe
dar el visto bueno sobre cualquier manipulación en edificios protegidos.
Según me cuenta una fuente presencial en dicho pleno, que se celebra
todos los viernes de manera ordinaria, la persona que presentó ese
proyecto se encontró con que el director de control de edificación del
Ayuntamiento realizó una serie de correcciones al proyecto, diseñado in person por el propio Foster, garabateándolo con lápiz.
“Esto debe ir así, así… esto por aquí, esto por allá”… El estupefacto
miembro del despacho del arquitecto se fue a reportar a su jefe y el
resultado es que su fundación se marcha, con toda seguridad, a Nueva
York.
“Esto es una cagada de estado”, me comentaba la fuente. “Que un
funcionario enmiende la plana con disciplicencia a una eminencia mundial
de la arquitectura que viene a instalar su fundación en Madrid y no en
otro lugar del mundo ¡y que ha comprado él mismo!, no tiene nombre ”, me
comenta la fuente, que añade “en cuanto vimos eso, supimos que Foster
se iba”.
Podrá argumentarse que Madrid es una ciudad inflexible con su
patrimonio histórico, venga quien venga, pero claro, entonces resulta
inevitable acordarse de la Operación Canalejas, liderada por Santander y
OHL, para la que consistorio y Comunidad Autónoma han modificado las
leyes necesarias. Así, tanto Botín como Villar-Mir pueden manipular hasta siete inmuebles venerables de Madrid, instalando un hotel, un centro comercial y un parking.
Pero claro, Foster sólo pretendía edificar una fundación.
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