Uralita y la Fábrica de Uranio de Andújar, cuando el trabajo mata lentamente
Varios operarios desmontan un tejado de uralita.
24 de mayo de 2014
Esta semana se conoció el dictamen del Tribunal Supremo que
ratificaba una sentencia que condenaba a Uralita a indemnizar con un
millón y medio de euros a los familiares de 19 trabajadores de Getafe.
Según el presidente de AVIDA
(Asociación de víctimas del amianto) el fallo reconoce que se sabía
desde el año 1947 que el amianto era nocivo para la salud y no fue hasta
los años 70 cuando realizó materias de prevención. La sentencia del
Supremo constata la realidad del sufrimiento de muchos obreros en
nuestro país que cada día que iban a trabajar estaban muriendo poco a
poco. Empresas como Uralita o la ya desaparecida Fábrica de Uranio de
Andújar causaron con su actividad múltiples muertos entre sus
trabajadores por el nulo respeto a la seguridad en el trabajo. Un lento
goteo de obreros fallecidos.
El amianto, también conocido como asbesto, es un material ignífugo de
gran ductilidad y muy económico que fue usado en la construcción de
manera masiva entre la década de los 60 y los 90. Las fibras de amianto
pueden respirarse y causar enfermedades como el mesotelioma pleural,
asbestosis, placas pleurales, fibrosis pleural difusa y cáncer del
tracto gastro-intestinal. Un material altamente nocivo que seguirá
causando muertes en España hasta el año 2040 según un estudio publicado
por científicos de la Universidad de Granada en el año 2013 en la
revista BMC Cáncer. Según Alfredo Menéndez Navarro,
catedrático del departamento de Historia de la Ciencia de la
Universidad de Granada, uno de cada dos cánceres atribuibles al trabajo
en Europa se deben a la exposición a este material de aislamiento.
Uralita
Uralita fue creada en el año 1907. A pesar de que en la historia de la empresa incluida en su web
no hace ninguna referencia a la utilización de las fibras de amianto,
fue uno de los materiales más utilizadas por la empresa desde los años
40. Pese a ese olvido en la web, el amianto era parte principal de la
economía de la empresa, como demuestra estas páginas de publicidad
incluidas en el diario ABC en el año 1969.
La prensa recoge ya en 1977 la primera denuncia contra Uralita de un
comité de la empresa que llevó ante los tribunales el caso de Manuel
Teruel Gómez, un obrero de la fábrica de Cerdanyola, que falleció tras
haber estado expuesto más de 32 años a las fibras de amianto en la nave
de molido de la factoría de Uralita. La noticia recogía ya entonces que
el problema del amianto no sólo se daría en Cerdanyola, sino también en
las otras fábricas que la empresa tenía en la geografía española.
A pesar de todas las evidencias, el sector del fibrocemento y Uralita todavía negaban en el año 1996
que el amianto fuese un peligro para los trabajadores. Una relación del
amianto con la enfermedad que los historiadores Plinio el Viejo y
Estrabón ya relataron hace 2.000 años al observar que los trabajadores
de las canteras de asbestos morían jóvenes y con problemas pulmonares.
Pero no sólo los trabajadores enfermaban por el temido polvo de
amianto. Todo aquel que viviera cerca de una fábrica de Uralita
dedicada a la construcción de fibrocemento con amianto, aún hoy, corre
el riesgo de sufrir un cáncer de pleura si sufrió la más mínima
exposición a las fibras de asbestos. El amianto ha ido dejando un
reguero de cadáveres y enfermos allá donde sus fábricas estuvieron
situadas, en San Vicente del Raspeig (Alicante) la factoría
Fibrocementos del Levante dejó 8 víctimas mortales y 29 enfermos por asbestosis cuando se inició la investigación judicial por la demanda que varios obreros de la fábrica pusieron contra la empresa.
Fábrica de uranio de Andújar
Aparte del amianto y la responsabilidad de la empresa Uralita existe
otro caso de afección laboral masiva de trabajadores por el desempeño de
su trabajo muy poco conocida en este país, se trata de los afectados
por radiación de la Fábrica de Uranio de Andújar.
La Fábrica de Uranio de Andújar (FUA) estuvo operativa desde el año
1959 hasta 1981 y fue inaugurada por Franco el 14 de febrero de 1960, su
labor era la obtención de óxido de Uranio en para el proyecto de bomba
atómica que el dictador español tenía en sus manos.
Los 126 trabajadores de la FUA se vieron expuestos a dosis de
radiación muy peligrosas sin que se tomaran ninguna medida contra la
posible exposición al uranio en su proceso de tratado, nadie les avisó
de los peligros, tan sólo que tenían prohibido hablar de sus labores en
la fábrica en el exterior. En el año 2007 el ministerio de Trabajo reconoció a 54 trabajadores la enfermedad laboral ocasionada por la exposición en su trabajo en la Fábrica de Uranio de Andújar. Un informe del Consejo de Seguridad Nuclear también reconoció la existencia de daños en los trabajadores de la FUA por la exposición al Uranio.
La Fábrica de Uranio de Andújar comenzó a desmantelarse por Enresa tras su cierre. En el año 1995 se dio por desmantelada, pero aún continúa la vigilancia sobre las instalaciones al no haberse cumplido el periodo de cumplimiento. El último informe de revisión de las instalaciones de la FUA data del 29 de abril de 2014. Sobre la FUA ahora mismo existe una especie de sarcófago que enterró el loco sueño de Franco, metáfora tétrica de la muerte que llevó a los obreros de Andújar.
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