miércoles, 4 de junio de 2014

Cinco muertos ,Asturias.

La muerte de un trabajador en Armón destapa el aumento de la siniestralidad laboral

Asturias registra cinco fallecimientos y más de 3.000 accidentes en el primer trimestre de 2014 // Los sindicatos achacan el rebrote a la precariedad y la falta de formación de los trabajadores
Domingo01 de junio de 2014

Fernando Romero Fernando Romero
El último accidente mortal en el astillero de Armón no es un caso aislado. En lo que va de año ya han muerto ocho trabajadores. El empeoramiento de las condiciones laborales a consecuencia de las sucesivas reformas laborales, que conllevan contratos precarios y de corta duración, así como la pérdida de capacidad de presión por parte de las centrales sindicales son algunas razones para este aumento de la siniestralidad en Asturias, en donde en el primer trimestre del año se produjeron 3.000 accidentes.   
Según el último dato oficial publicado, facilitado por CCOO, Asturias sufrió 3.002 accidentes en total (de ellos, 301 in itinere, es decir durante los trayectos de ida y vuelta entre el domicilio del empleado y su centro de trabajo). Fueron catalogados como graves 24 y se registraron 5 muertes (en esta estadística no se incluyen los 13 marineros de los pesqueros Santa Ana y Mar Nossa, naufragados frente a las costas de la región) aunque  a día de hoy la cifra se ha elevado ya a 8 muertos, uno de ellos in itinere.
Si se compara con otras zonas, el Principado soporta un elevado nivel de muertes producidas durante la jornada laboral, solo superado por Madrid (12), Barcelona (9), Almería (7),Coruña (6) y Sevilla (5). Asturias registraba 4 en esa estadística. Respecto al año anterior, Asturias tuvo un incremento total del 7,18%, que desagregando los de jornada es un 9,75% (España estaba en el 8,1%). Y todo ello a pesar de que la población estudiada en Asturias descendía en 4.473 personas y los accidentes se incrementaban en 201.

Riesgos en el sector industrial

El sector en el que producen más accidentes laborales en Asturias sigue siendo el industrial. Por debajo de él está la construcción, el sector primario y por último el de servicios, mientras que en España la mayoría de los accidentes se producen en este último sector.
Según explica José Antonio Iglesias, secretario de Salud Laboral de CCOO, uno de los problemas con los que se enfrenta Asturias es una prevención de riesgos “deficiente” en muchas empresas, entendiendo por deficiencias las evaluaciones de riesgos no actualizadas, formación escasa y estandarizada, impartida para cubrir el expediente. "Tal como demuestran encuestas de ámbito europeo, el cumplimiento de la Ley no se hace mayoritariamente por convicción, sino por la exigencia sindical o por la actuación de Inspección o similares”, apunta.
Sin embargo, las inspecciones tampoco funcionan como es debido, según Iglesias: “Creemos que precisa de más medios y plantearse un mayor número de visitas y controles en determinados tipos de empresas y actividad, según los riesgos y el tipo de empleo, fijo o eventual”. ASTURIAS24 intentó sin éxito hablar con el director regional de Trabajo, Antonio González, para saber cuál es la situación en este momento del servicio de inspección.
Para CCOO, la siniestralidad guarda relación con la menor calidad del empleo (contratación temporal, corta duración de los contratos) y con la movilidad (constantes cambios de sector y actividad), “lo que trae como consecuencia la casi imposibilidad de adecuar la formación de las personas a una actividad cambiante en cortos periodos de tiempo”.

Consecuencias de la reforma laboral

El alto índice de accidentes también tiene relación directa con la reforma laboral, concretamente con la desregulación de las condiciones de trabajo, que incluye jornadas ampliadas, desplazamiento de descansos, “facilidad de despido que conlleva el temor permanente a perder el puesto de trabajo”, un descenso en la calidad y la cantidad de formación, “y el situar como causa de despido el número y duración de las bajas a partir de determinados porcentajes, lo que a más de una persona le hace pensar si es mejor trabajar con fiebre y medicación que arriesgarse a recuperar la salud y perder el empleo”.
Por otro lado, añade el responsable de Salud de CCOO, las inversiones en salud laboral “siguen considerándose en muchas empresas un gasto y, como, tal susceptible de ser minorado”.
A los sindicatos estos datos les duelen especialmente, dado que durante muchos años hubo mucha inversión y esfuerzo en tratar de concienciar y trabajar en seguridad y prevención. “Las consecuencias, hoy, solo se empiezan a notar, pero si  mejorase el volumen de empleo vamos a ver un incremento exponencial, cada vez mayor”, advierte Iglesias.
En España en el primer trimestre han fallecido 148 personas (12 más que en igual periodo del año pasado), los accidentes en jornada han subido el 8,1% y de estos han sido calificados como graves 804 (39 más que en 2013). En este momento, además, hay un vacío normativo, ya que la Estrategia Española de Seguridad y Salud caducó en 2012. 

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