Análisis de los expertos
El suicidio, un gran tabú
La UMA acogió a mediados de mes las I Jornadas sobre el aborgdaje mulitdisplinar de esta conducta
Rafa Écija 30.11.2014 | 05:00
España registra cada año unas 3.500 muertes por suicidio, una lacra silenciosa
A mediados de este mes, la Universidad de Málaga acogió las I Jornadas Internacionales sobre el abordaje multidisciplinar de la conducta suicida, organizadas por el Colegio de la Psicología de Andalucía Oriental, con la sensación de que es uno de las epidemias más peligrosas de estos tiempos que nos ocupan. Dos días muy intensos, con las charlas de expertos que trabajan en primera línea con esta problemática.
Las jornadas abordaron estas conductas en ponencias, charlas, mesas redondas o exposiciones, como los posters que se exponían en el hall de la facultad de Psicología. Se puede decir que el encuentro cumplió el objetivo marcado, que no era otro que darle un espacio a esta lacra social desde diferentes puntos de vista profesionales, pasando por la tarima de exposición médicos oncólogos, psiquiatras, psicólogos o periodistas.
Nos guste o no, el suicidio en España se ha convertido una de las principales causas de muerte, tanto es así, que la tasa anual de muertes por esta causa supera a la de víctimas de accidentes de tráfico, accidentes laborales y de homicidios juntas y ya es la primera causa de muerte externa en España. Sin embargo es un tema que no tiene cabida en nuestros pensamientos, ya que siempre creemos que eso es algo que no va a ocurrir en nuestro entorno. Durante las ponencias, se habló de la necesidad de que la sociedad vaya tomando conciencia de la gravedad del asunto porque la única manera de reducir estas muertes es sabiendo que ocurren y estando atentos a las peticiones de ayuda que nos mandan. Es difícil saber cuando una persona va a hacer algo así, pero existen ciertos factores de riesgo que nos pueden dar pistas como pueden ser el aislamiento o la enfermedad mental.
La mayoría de los profesionales que se dieron cita en las jornadas insistían en la epidemia silenciadaque existe en torno a este tipo de muertes y que es imprescindible que se haga una labor de prevención que ayude a acabar con el número de muertes que se dan cada año por esta causa. Pero no toda la población tiene el mismo riesgo, y es que los hombres de entre 30 y 60 años son los más propensos a este tipo de muertes. Tal y como se comentó en las jornadas, existe un factor cultural que hace que en cada país se vea de una manera el suicidio, ya que por ejemplo en China son las mujeres jóvenes las que tienen el mayor número de muertes por esta causa.
Una epidmiología silenciosa. Durante estas jornadas se expusieron opiniones y temáticas muy interesantes como el suicidio en los medios de comunicación, en el que la periodista de La Opinión Marina Fernández expuso la manera en que se trata el tema en los medios llegando a afirmar que es una "epidemiología silenciosa" y se teme mucho el efecto llamada a la hora de publicar este tipo de noticias. El psicólogo Fernando Gálligo habló de la inevitable relación entre suicidio y violencia de género. Tampoco faltaron exposiciones algo más prácticas donde se ve el excelente trabajo que se hace desde la llegada a un acto suicida hasta qué hacer con los familiares que al fin y al cabo son los que se quedan con el sentimiento de culpa y vergüenza tal y como relataba la psicóloga Míriam González.
Se tomó el suicidio desde diferentes poblaciones y puntos de vista y uno de ellos fue el de la psicóloga que habló de los casos de suicidios en la prisión y sobretodo de los protocolos que se llevan a cabo en las instituciones para que no se den. De protocolos también habló Mª José González en la intervención comunitaria en prevención de suicidio y la coordinación que siempre debe haber entre los psicólogos y los demás profesionales que intervienen en los sucesos como son policía o bomberos. El médico oncólogo J. A. Ortega, fue muy rotundo a la hora de afirmar la necesidad de la red de apoyo tanto de los familiares del enfermo como por parte de los profesionales para poder prevenir esta situación.
Salieron a la luz varias estadísticas como las que se publican en el INE que expuso la psicóloga Alicia Álvarez en su ponencia y que establecía una media de entre 100 y 400 el número de muertes al mes en España en 2012 y terminaba con una cita importante "el problema no es el suicidio, sino que es la consecuencia de un problema anterior".
No queremos olvidarnos de las comunicaciones orales que se hacían en otra sala, entre las que cabe destacar la desgarradora ponencia de M. Cañadas que hablaba desde el punto de vista de los padres que viven un suicidio de un hijo por trabajar con este colectivo. Hubo tiempo para varias intervenciones del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) desde las secciones de Málaga y Granada entre las que se habló de evaluación de impacto en los familiares o intervenciones directas.
¿Hacemos lo suficiente? Por todo esto me gustaría dejar al lector una reflexión que fue planteada por algunos expertos durante las jornadas: ¿somos responsables de las más de 3500 muertes por suicidio al año que se dan en nuestro país? y ¿estamos haciendo suficiente para combatir esta lacra
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