La Defensora del Pueblo revela en su último informe que la prisión
salmantina registró cuatro de los 31 casos acaecidos en 2013 en los 97
centros penitenciarios
El último y jugoso informe de la Defensora del Pueblo, Soledad
Becerril, sobre la situación de las cárceles españolas a lo largo del
pasado año no tiene desperdicio y, aunque solo cita en dos ocasiones a
la cárcel salmantina a lo largo de sus 169 páginas, lo cierto es que
incluye un dato especialmente preocupante y sombrío sobre Topas.
En concreto, el pormenorizado documento, que ha sido publicado
recientemente por la Defensora del Pueblo, no alude a ninguna queja
específica sobre el funcionamiento y la vida diaria dentro de la cárcel
salmantina, a diferencia de lo que sucede con otras prisiones, pero sí
pone de relieve que cuatro de los 31 suicidios carcelarios
contabilizados en el año 2013 en España –la Defensora del Pueblo no
especifica los datos de 2014 dado que se encuentran pendientes de ser
cuantificados– se localizaron dentro de los módulos de Topas. Es decir,
la cárcel salmantina es la que registró el mayor número de suicidios,
seguida a una corta distancia por los centros penitenciarios de
Castellón II y Valencia (tres casos en cada uno), y Mansilla de las
Mulas (León), Villabona (Asturias) y el Hospital Psiquiátrico de
Alicante, con dos suicidios en cada centro. Todo ello supone que estos
seis complejos penitenciarios concentraron más de la mitad de los 31
suicidios notificados en 2013.En todas estas muertes, excepto en una, el
óbito sobrevino por ahorcamiento. Además, la Defensora del Pueblo
lamenta no poder disponer del número de intentos de suicidios no
consumados, así como información relativa al eventual sometimiento a
medidas restrictivas de los internos que protagonizaron, tanto los
intentos como los suicidios consumados, o su inclusión en el programa de
prevención.
En cambio, la radiografía que traza Soledad Becerril de la orografía
carcelaria excluye a Topas del bloque de prisiones con mayor número de
muertes por VIH o por sobredosis. En este último apartado, por ejemplo,
despunta negativamente el número de decesos localizados en los centros
penitenciarios de Albolote (Granada) y Palma de Mallorca, con tres
muertes por sobredosis en cada uno, así como los dos fallecimientos por
la misma causa en Huelva, Sevilla II y Puerto III (Cádiz).Tampoco aflora
el nombre de Topas entre las cárceles que adolecen de espacio, lo que
les lleva a éstas últimas a mantener la fórmula de las celdas colectivas
(para tres o incluso más presos), como se aprecia en las prisiones de
San Sebastián, Melilla y Eivissa (Islas Baleares).
En cambio, la Defensora del Pueblo resalta en términos positivos las
obras de mejora que arrancaron en 2014 en los módulos de Topas,
englobándolas en una extensa lista de actuaciones similares acometidas
en otras prisiones.
Al finalizar 2014, 65.194 personas estaban recluidas en 97 centros
penitenciarios, con un claro predominio de los hombres (92,38%), frente a
un 7,62% de mujeres. Andalucía se aúpa a la cabeza de las regiones con
mayor población carcelaria (15.095 internos), seguida de Cataluña
(9.328) y Madrid (8.828).
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