COMENTARIO DEL DIARISTA :
Por desgracia puedo suscribir el ejemplo y el trato de la mutua de nuestro ayuntamiento todo iba bien hasta que la cosa se torcio y ... a la seguridad social, con la mala suerte de que la inspectora es una trabajadora de la misma mutua "cubriendo una baja"...en fin todo esta por ver pero os prometo que cuando esta historia acabe para bien o para mal os la contare entera mas que nada para si os ocurre algo similar ni aunque el mismo director de la mutua te salga a decir, que no pasa nada, que aqui te queremos mucho, tu vuelve cuando quieras ...¡¡ miaú tia Joséfa !! si te he visto no me acuerdo... ya vereis ya y aprendereis o eso espero de quien no debeis fiaros para nada pero para nada incluso si os dicen que es una operacion sencillisima (derivada de un accidente laboral) asesoraros de lo que os pueda ocurrir con otros especialistas...
Las mutuas, al descubierto
Las mutuas se financian básicamente con las cotizaciones por
accidentes de trabajo y con una fracción de las cotizaciones por
contingencias comunes. Todas las empresas, así como los autónomos y
autónomas han de contratar los servicios de una mutua al constituirse y
deben de ingresar a la Tesorería de la Seguridad Social un porcentaje
del salario de cada persona trabajadora, ese porcentaje dependerá del
tipo de actividad. Por ejemplo para el personal que trabaje en oficinas
el porcentaje es del 1% y para el de minas del 7,15%. Posteriormente la
Tesorería de la SS ingresará todo ese dinero a la mutua. Aunque las
aportaciones sean empresariales no debemos olvidar que son rentas del
trabajo, de nuestro trabajo y por tanto nuestro dinero. Bien, a cambio
de ese dinero, cuando tenemos un accidente laboral o enfermedad
profesional la mutua se hace cargo de los gastos, por tanto cuanto menos
tiempo estemos de baja, menos pruebas nos realicen, menos muertes por
enfermedades profesionales existan, más beneficio le queda a la mutua.
Las “Mutuas Patronales de Accidentes y Enfermedades Laborales
de la Seguridad Social” han cambiado de nombre, con la nueva Ley de
Mutuas 35/2014 de 26 de diciembre pasan a llamarse “Mutuas Colaboradoras
de la Seguridad Social”. ¿Por qué este cambio de nombre?, pues porque
además de las competencias relativas a los accidentes y enfermedades
profesionales ahora tendrán algunas competencias en las enfermedades
comunes. También se produce un cambio en la definición, hasta ahora eran
“asociaciones constituidas por empresarios” y con la nueva ley pasan a
ser “asociaciones privadas de empresarios”. Una manera de remarcar más
todavía más el carácter privado de las mutuas.
algun dia hijo mio todo esto sera tuyo |
Teniendo en cuenta lo anterior los intereses económicos de las mutuas
entran en clara confrontación con nuestra salud. Tanto es así que
cuando tenemos un accidente laboral las mutuas intentan que nos demos de
alta lo antes posible y a toda costa, si aun así a los pocos días
volvemos a recaer desvinculan la dolencia del accidente laboral y te
desvían a la Seguridad Social para que sea el erario público el que
corran con los gastos. España se encuentra en una situación única dentro
de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos), según los datos de las mutuas desde el año 2000
al 2004, en nuestro país no se produjo ninguna muerte por enfermedad
profesional, en el año 2005 ya hubo 3 muertes. En cambio, según el Grupo
de Investigación de Salud Laboral de la Universidad Pompeu y Fabra, en
España mueren 14.000 hombres y más de 2.000 mujeres por enfermedades
contraídas en el lugar de trabajo, cada año hay 9.400 personas muertas
por cáncer, 3.600 por enfermedades cardiovasculares y 1.700 por
enfermedades respiratorias contraídas en el lugar de trabajo y ninguna
de estas muertes aparece en los registros de las mutuas. Esto implica
que las mutuas no pagan las compensaciones correspondientes a los
familiares de las trabajadoras y trabajadores fallecidos por enfermedad
profesional.
Pues bien, además de los accidentes laborales y las enfermedades
profesionales, ahora con la nueva legislación las mutuas también tendrán
competencias en las enfermedades comunes (las no relacionadas con el
trabajo). La ley 35/2014 permite a las mutuas proponer a la Inspección
Médica de los Servicios Públicos de Salud el alta de una trabajadora o
trabajador que esté de baja por enfermedad común. Para realizar esas
propuestas de alta las mutuas podrán disponer de nuestro historial
clínico y si así lo consideran, podrán someternos a reconocimientos y
exámenes médicos. Una vez hecha la propuesta de alta, la Inspección
Médica de los SPS deberá responder a la mutua en un plazo de 5 días. Si
estima la petición emitirá el alta y si la deniega deberá realizar un
informe médico que justifique la continuidad de la baja. La Inspección
Médica también podrá citar a la persona que esté de baja para hacerle
una revisión médica, pero dentro de esos mismos 5 días.
Cuando se legisla de esta manera se da a entender que las
trabajadoras y trabajadores nos dedicamos a estafar a la Seguridad
Social, con ansias desmesuradas por convertir el absentismo laboral en
tendencia. Por otra parte se transmite una desconfianza total hacia las y
los profesionales del Sistema Público de Salud, ya que desde el primer
día de la baja el personal médico de las mutuas puede realizar el
seguimiento de dicha baja, o lo que es lo mismo, cuestionar su
diagnóstico. Unos profesionales que acceden a su puesto de trabajo sin
ningún tipo de prueba u oposición objetiva, los de las mutuas,
cuestionando de manera sistemática el trabajo de profesionales
sanitarios que han conseguido su plaza mediante una oposición.
Pero salgamos de lo abstracto, pongámosle nombres, las mutuas, al
igual que los mercados no funcionan solas, sino que hay un grupo de
personas que las dirigen. Tomemos como ejemplo la Muta Asepeyo, cuyo
órgano de gobierno está compuesto, entre otras personas por: José Mª
Juncadella Salisachs (de Arena Media Communications España, SA), José
Luís Martínez Olivares (El Corte Inglés, SA), Luis Planas Martínez
(Hoteles Valle de Arán, SA), José Abargues Morán (Ford España, SL),
Antonio Alastuey González (Renault España, SA), F. Xavier Amorós
Corbella (Sociedad General Aguas de Barcelona, SA), Joaquín
Folch-Rusiñol Faixat (Industrias Titán, SA), Cécile Virginie Hesse
(Danone, SA), María Soledad Luca de Tena y García-Conde (Diario ABC, SL)
Resulta extraño que directivos pertenecientes a empresas como Danone,
Ford, Renault, Aguas de Barcelona, El Corte Inglés, ABC, entre otras,
sean las que dirijan una entidad que se dedique a la sanidad, pero más
extraño resulta que desde el poder político se les transfieran
competencias que son de la Sanidad Pública. No consideramos de recibo
que estas personas sean las que miren con lupa nuestras bajas e
historiales médicos, estableciendo estrategias de persecución y presión
tratándonos de delincuentes.
Alguien debería dar una explicación de este atropello y desde la CGT
de Murcia aprovechamos estas líneas para exigirla. Si no hay recursos
para que la sanidad sea universal, si las Urgencias de los hospitales
están desbordadas, si las personas afectadas por la Hepatitis C no
reciben el tratamiento necesario, ¿cómo es posible que se inviertan
tantos recursos médicos para el seguimiento de las bajas médicas?. El
médico de cabecera, el de la mutua y el de la inspección médica;
repetición de las mismas pruebas y/o análisis en un espacio muy reducido
de tiempo, expedientes y solicitudes que van y vienen de un
departamento a otro y que deben de ser tramitadas y respondidas. ¿Cuánto
dinero cuesta esto?, ¿Por qué tanta inversión en perseguirnos?.
Para la CGT esta Ley da un paso más en esa “carrera a ninguna parte”
que los gobiernos liberales han emprendido de privatización de todo lo
público, violando los principios de equidad, universalidad y eficiencia
para todas y todos.
CGT de Murcia
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