Ayer fue unos de esos días que me gustan y
quizás marquen para unos años, como sabéis los que me conocéis el 13 me
persigue desde hace años tanto como yo le busco, es habitual que cuando tengo
algo especial que decir o hacer lo haga en trece siempre que me es posible, por
eso considero que ayer fue uno de esos días especiales y si ocurrieron cosas
importantes y esclarecedoras que aun no he madurado no he tenido tiempo de
pensar y esta noche a sido una de esas que Morfeo sin motivo aparente se
niega a darte un descanso pero empecemos por lo primero y vaya todo junto para
ganar ese día 13 y poder seguir nuestra rutina.
Segundo día de nuestros caminantes (en bici)
Salieron de Guillena algo tarde por el cansancio
del primer día y las vueltas dadas, la intención llegar hasta Monesterio.
Pero se encuentran con un escollo 1440 metros de
desnivel en solo 85 kilómetros es decir subir, subir y subir seis largas horas
contando una de descanso para una velocidad media de solo 13 kilómetros hora,
llegados a lo que les parece el pueblo del jamón, ese que a Alfonso no le gusta
y a dado cuenta del que le tocaba a Goyo buscar albergue les fue dificil
avituallamiento nocturno y a descansar a las horas que escribo esto ya llevaran
un par de horas del domingo pedaleando.
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