"El sargento Canuto,
un soldado
que es muy bruto".
Autocaricatura de Carlos Gomez Carrera, Bluff. 1930. Fuente: www.laopinioncoruna.es
Los
delatores de los verdugos lo reconocen, los vengadores lo juzgan y la
superchería judicial fascista lo condena a muerte. Por dibujar
caricaturas antifranquistas. A morir, por dibujar. Nunca tan pequeña
ofensa se castigó con tanta desmesura. Luego, la condena le es conmutada
por la inmediata inferior y Bluff pasa automáticamente a cumplir 30
años de prisión en la prisión de Valencia. Para redimir la pena, desde
principios de 1940 Bluff se acoge al sistema de Rendención de Penas por
el Trabajo del Patronato implantado por Acción Católica bajo la batuta
del padre jesuita Pérez del Pulgar y comienza a colaborar en la revista
"Redención", instrumento mediático de sometimiento destinado a la
sumisión y humillación del rojo izquierdista. A pesar de ser obligatoria
y más que recomendable la suscripción a la revista, los presos le
vuelven la espalda por considerarla con razón un arma más del opresor,
pero Bluff empieza a dibujar monos, tiras y viñetas u nuevo personaje,
"Don Canuto, ciudadano p[r]eso bruto" y gusta. Y un día, la dirección de
Prisiones descubre que las suscripciones de reclusos han crecido
repentinamente en un 100%. Y comienzan a indagar hasta que de las
pesquisas deducen que sólo hay un elemento perturbador que distorsiona
su plan de dominio moral sobre los prisioneros: la doble lectura y los
mensajes encubiertos que encierran las viñetas de Bluff.
Última tira de Bluff publicda en "Redención" el 27 de abril de 1940. Fuente: feco-spain.blogspot.com.es
El slogan publicitario que una sombrerería hizo famoso para vender sus sombreros, induciendo a los compradores a adquirirlos para no ser tomados por rojos. Fuente: BNE.es
Y
así, una semana, en la del penúltimo ejemplar en el que publica Carlos
Gómez Cabrera, dibuja al desconcertado Don Canuto persiguiendo su
sombrero arrebatado por el viento y descubriendo que hay miles de ellos
tras un tapial. Y de ahí infieren que Bluff habla y refuerza la moral de
los miles de rojos SIN SOMBRERO, tal como receta el lema publicitario,
que siguen habitando las cárceles este viejo y asustando país. Y a la
siguiente semana, la última, los carniceros revientan al interpretar la
última tira de pescadores embrollados como una alusión satírica a las
pugnas entre falangistas, tradicionalistas y franquistas por el Poder.
"Redención". 27 de abril de 1940. Fuente: feco-spain.blogspot.com.es
De
forma inmediata, Bluff es apartado de la revista, maltratado, aislado,
juzgado nuevamente y nuevamente condenado a muerte pero ahora sí,
asesinado frente a un pelotón en Paterna. El 28 de junio de 1940, la
inteligencia de Bluff, la fina ironía de Carlos Gómez Cabrera, la
sutileza de un intelectual al servicio altruista y generoso de la
República española es acallada para siempre en asesinato alevoso,
premeditado y deliberado, tras una descarga de fusilería, tras un tiro
de gracia a manos de un esbirro cómplice, que no puede evitar sin
embargo que 75 años después el humor, la imaginación y la chispa de la
Inteligencia al servicio de la Justicia sigan transpasando la frontera
del Tiempo y de la Memoria.
Carlos Gómez Cabrera, Bluff, asesinado el 28 de junio de 1940. En la imagen, junto a su esposa María del Coro y su hija Olivia. Fuente: feco-spain.blogspot.com es
Luchar por un ideal , hasta la muerte,buenisima entrada en el blog recomiedo leerla.
"Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha". Pero la estremecedora réplica que le espeta el bárbaro tullido, su tétrico "¡Viva la Muerte, Muera la Inteligencia!"
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