Sucesos
Fallece un cerrajero de El Torrico tras una caída en un accidente laboral.
Una
pequeña población del oeste de la provincia se ha teñido de luto este
fin de semana. César Rufo, un joven cerrajero de 30 años de El Torrico,
falleció ayer tras sufrir un accidente laboral mientras trabajaba en una
finca cercana a su localidad natal. La fatal caída sucedió el viernes y
permaneció en el Hospital Virgen de la Salud durante 24 horas, hasta
que el sábado se certificó la muerte. Ayer fue enterrado en el
cementerio de esta población perteneciente a La Campana de Oropesa
acompañado por cientos de familiares y allegados.
Así lo detalló ayer a este diario el teniente de alcalde de El Torrico, Antonio Serrano, quien señaló que este fallecimiento ha provocado «bastante dolor» entre los cerca de 800 habitantes de esta localidad. Según sus palabras, la víctima, que poseía una cerrajería junto con un hermano, trabajaba en una construcción de una finca localizada a unos cuatro kilómetros del casco urbano de su municipio natal, cuando sufrió la caída.
Un helicóptero de los servicios médicos de Castilla-La Mancha trasladó posteriormente a la víctima hasta el Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Finalmente, falleció a consecuencia del fatal accidente y fue enterrado arropado por cientos de vecinos.
Según informó a este diario CCOO, la provincia suma ocho fallecidos en accidente laboral en lo que va de año, dos más que en 2014. Precisamente, el anterior trabajador muerto se dedicaba a la cerrajería en Huecas. El sindicato lamentó este suceso y pidió la aplicación de medidas de seguridad en las empresas tras el incremento de siniestros mortales a lo largo de 2015.
La localidad de El Torrico ha sufrido en sólo año y medio el fallecimiento de dos jóvenes del municipio, puesto que en abril de 2014 un chico de 25 años murió alcanzado por un rayo. «Han sido dos golpes muy duros», decía el teniente de alcalde.
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