Castilla-La Mancha ha registrado diez accidentes laborales mortales más que en 2014
La provincia que más accidentes de este tipo ha sufrido es
Ciudad Real. La tasa de accidentes laborales ha subido en un 4% en
relación a 2014
Concentración de UGT en Ciudad Real contra la siniestralidad laboral. Archivo.
EFE
El sindicato CCOO ha alertado del incremento
de los accidentes laborales en Castilla-La Mancha durante los primeros
nueve meses de 2015. El total, ha comunicado Raquel Payo, secretaria de
Salud Laboral de CCOO, es de 23, diez más que durante todo el mismo
periodo del año anterior en la región. La provincia de Ciudad Real
registró ocho accidentes, Toledo siete, Albacete cinco y tres en
Guadalajara.
La tasa de accidentes laborales entre
enero y septiembre de 2015 ha sido de 2.852 por cada 100.000
trabajadores, subiendo en un 4% en relación a 2014. La tasa sólo ha
descendido en la provincia de Toledo, pero en términos regionales
siempre se mantiene en por encima de la media nacional. Payo ha señalado
que la salud y seguridad de los trabajadores “no ha sido una prioridad”
para los empresarios, y que ha sido la “primera pieza” en caer de las
empresas.
El sindicato ha señalado que esto "ha tenido graves
consecuencias en la siniestralidad laboral" y, además, ha acusado al
Gobierno central de promover un trabajo “precarizado”, en el que la
seguridad ha quedado “devaluada”. El secretario general del sindicato,
José Luis Gil, ha señalado que no se puede olvidar que se ha bajado de
las cifras que la región presentaba en años como 2005, cuando hubo 80
muertes, pero ha pedido también que si una vida depende de dinero “tiene
que haberlo”.
El sindicato ha pedido que el Gobierno
regional disponga de un presupuesto suficiente para prevenir la
siniestralidad laboral, con más medios y más colaboración que las
previstas en el acuerdo firmado con el PP.
En 2013,
se rompió la racha positiva que había seguido la siniestralidad laboral
en la Comunidad Autónoma, según los datos aportados por la Comisión
Regional de Seguridad y Salud. Era la primera vez en ocho años que
repuntaba la tasa de siniestralidad, a pesar de ser menor, ya que
también había menos afiliados a la Seguridad Social. Comisiones Obreras y
UGT ya indicaron que era imprescindible mantener una tasa positiva.
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