viernes, 5 de febrero de 2016

50 años trabajadora muerta, Mélida, Pamplona.


en las instalaciones del matadero

Muere una mujer de 50 años en accidente laboral en una granja avícola de Mélida

Mª Ángeles López Orcoyen, de 50 años y de Murillo el Fruto, quedó atrapada por la máquina que limpiaba

Enrique Conde - Jueves, 4 de Febrero de 2016 - Actualizado a las 06:08h

Un coche de la Policía Foral, en el exterior de las instalaciones de la granja de AN.
Un coche de la Policía Foral, en el exterior de las instalaciones de la granja de AN. (D.N.)

Pamplona - Una vecina de Murillo el Fruto de 50 años, María Ángeles López
Orcoyen, falleció ayer a última hora de la tarde en un accidente laboral ocurrido en las instalaciones del matadero de Mélida. Según informó el Ejecutivo foral, el suceso fue comunicado a las 19.52 horas a SOS Navarra, que movilizó el equipo médico de guardia de Carcastillo. A pesar de las maniobras de reanimación practicadas en el lugar no fue posible mantener con vida a la víctima, quien falleció sin que pudiera ser trasladada a un centro hospitalario.

La operaria, quien trabajaba en tareas de limpieza y se encontraba sola en la dependencia donde se produjo el accidente, al parecer quedó atrapada en una máquina. Fueron sus propios compañeros de la sección de mantenimiento los que se encargaron de desatrapar el cuerpo de la víctima. La sala de gestión de emergencias de SOS Navarra también desplazó una ambulancia convencional con sede en Carcastillo y envió otra medicalizada que iba al encuentro de la primera desde Pamplona y que no tuvo que intervenir al confirmarse la muerte. 

La Policía Foral envió una patrulla de Seguridad Vial de la Comisaría de Tudela y al equipo de Policía Judicial de la Comisaría de Tafalla, que se hizo cargo de las investigaciones. El cuerpo fue trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde le será practicada la autopsia. 

dos hijos y TUVO UN comercio María Ángeles López Orcoyen, de 50 años, vecina de Murillo el Fruto y madre de dos hijos (José Joaquín y Josune), trabajaba desde hace varios años como empleada de la limpieza en la granja avícola del grupo Agropecuaria Navarra (AN), empresa en la que también trabajaba como operario su marido, Alfonso Calvo, que anteriormente había sido pastor de ovejas. Ambos habían regentado un establecimiento de ultramarinos, con carnicería incluida, donde también se dispensaba tabaco y se sellaba la quiniela, en Murillo el Fruto. Se llamaba Ultramarinos Calvo y, cuando cerró, hace unos cinco años, se denominaba Comercio a Mano. La familia reside en la urbanización Río Aragón y eran enormemente conocidos en la localidad. La consternación ayer en Murillo era palpable por la noche, cuando gran parte de los vecinos acudieron a dar el pésame a la familia.

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