en las instalaciones del matadero
Muere una mujer de 50 años en accidente laboral en una granja avícola de Mélida
Mª Ángeles López Orcoyen, de 50 años y de Murillo el Fruto, quedó atrapada por la máquina que limpiaba
Enrique Conde
- Jueves, 4 de Febrero de 2016 - Actualizado a las 06:08h
Un coche de la Policía Foral, en el exterior de las instalaciones de la granja de AN. (D.N.)
Orcoyen, falleció ayer a
última hora de la tarde en un accidente laboral ocurrido en las
instalaciones del matadero de Mélida. Según informó el Ejecutivo foral,
el suceso fue comunicado a las 19.52 horas a SOS Navarra, que movilizó
el equipo médico de guardia de Carcastillo. A pesar de las maniobras de
reanimación practicadas en el lugar no fue posible mantener con vida a
la víctima, quien falleció sin que pudiera ser trasladada a un centro
hospitalario.
La operaria, quien trabajaba en tareas de limpieza y se
encontraba sola en la dependencia donde se produjo el accidente, al
parecer quedó atrapada en una máquina. Fueron sus propios compañeros de
la sección de mantenimiento los que se encargaron de desatrapar el
cuerpo de la víctima. La sala de gestión de emergencias de SOS Navarra
también desplazó una ambulancia convencional con sede en Carcastillo y
envió otra medicalizada que iba al encuentro de la primera desde
Pamplona y que no tuvo que intervenir al confirmarse la muerte.
La Policía Foral envió una patrulla de Seguridad Vial de la
Comisaría de Tudela y al equipo de Policía Judicial de la Comisaría de
Tafalla, que se hizo cargo de las investigaciones. El cuerpo fue
trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde le será
practicada la autopsia.
dos hijos y TUVO UN comercio María
Ángeles López Orcoyen, de 50 años, vecina de Murillo el Fruto y madre
de dos hijos (José Joaquín y Josune), trabajaba desde hace varios años
como empleada de la limpieza en la granja avícola del grupo Agropecuaria
Navarra (AN), empresa en la que también trabajaba como operario su
marido, Alfonso Calvo, que anteriormente había sido pastor de ovejas.
Ambos habían regentado un establecimiento de ultramarinos, con
carnicería incluida, donde también se dispensaba tabaco y se sellaba la
quiniela, en Murillo el Fruto. Se llamaba Ultramarinos Calvo y, cuando
cerró, hace unos cinco años, se denominaba Comercio a Mano. La familia
reside en la urbanización Río Aragón y eran enormemente conocidos en la
localidad. La consternación ayer en Murillo era palpable por la noche,
cuando gran parte de los vecinos acudieron a dar el pésame a la familia.
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