jueves, 17 de marzo de 2016

Investigar hasta el final las muertes de dos trabajadores...

Los sindicatos exigen que se investigue «hasta el final» las dos muertes en Ondarroa

Centenares de personas han secundado la manifestación. / Marta Madruga / Silvia Cantera
  • Cientos de personas se movilizan en recuerdo de los trabajadores fallecidos en la fábrica de hielo y reclaman medidas urgentes para proteger la seguridad laboral


«Es un accidente, y como tal queremos que se investigue para llegar hasta el final», aseguraban al comienzo de la manifestación por la muerte de los dos trabajadores de la fábrica de hielo en el puerto de Ondarroa. Leire Txakartegi de ELA indicaba que si todo hubiese funcionado como era de esperar, no habría habido ningún problema y no se habría producido la explosión que acabó con la vida de Jabier Elu y Alberto Badiola. 

El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial y varios centenares de vecinos han salido a la calle esta mañana bajo el lema 'No más accidentes laborales. Precariedad asesina'. «Todo el pueblo está muy triste. Primero todas esas familias desalojadas y ahora esto...», lamentaban tres señoras.

El pueblo ha detenido por completo su actividad esta mañana. Las dos horas de parón convocadas por los sindicatos han hecho que los negocios echasen la persiana en señal de duelo. En cada puerta un crespón negro y varias pancartas repartidas por la localidad protestaban por la precariedad laboral «que se ha llevado por delante la vida de once personas en lo que va de año», según ha remarcado Ainhoa Etxaide de Lab.

«Prácticamente todo el pueblo los conocía. Ha sido una verdadera pena», comentaba una mujer que ha asistido a la marcha convocada por los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e HIRU, junto al Ayuntamiento. «Aún no nos lo podemos explicar», añadía con la sensación de que la desgracia se ha cebado con Ondarroa. En la manifestación también había vecinos que han tenido que desalojar sus casas por culpa de los desprendimientos de la ladera del barrio de Kamiñalde. En total, 184 familias han tenido que abandonar su hogar sin saber cuándo podrán volver. «Entre una cosa y otra, hay muchísima gente afectada», remarcaban al tiempo que agradecían que todo el municipio se haya volcado y haya tendido su mano. «Ahora solo hay que desear que esto acabe lo antes posible. Es una pena también que las autopsias de los dos trabajadores se estén retrasando por culpa del amoniaco. 

Cuanto más se alargue el proceso más tardarán en cerrar sus heridas», opinaba otra mujer.

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