“Que mueran más de 10 personas al día por suicidio en España es aterrador”
El
suicidio se mantiene como la primera causa de muerte externa con 3.910
fallecimientos en 2014, según los últimos datos de defunciones del
Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra que como indica el
vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y patrono de la Fundación
Española de Psiquiatría y Salud Mental, Jerónimo Saiz, “es aterrador”, y
supone un hecho de enorme trascendencia desde el punto de vista de la
salud pública.
Jerónimo Saiz.
En
el año 2014 se produjeron 14.903 fallecimientos por causas externas
(9.388 de hombres y 5.515 de mujeres), con un incremento del 1,5%
respecto al año anterior, y el suicidio se mantuvo como la primera causa
de muerte externa (con 3.910 fallecimientos). Ante estas cifras, el vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jerónimo Saiz, insiste en la necesidad urgente de llevar a cabo un Plan de prevención del suicidio en nuestro país.
¿Qué valoración hace de los últimos datos ofrecidos por el INE?
¿Qué valoración hace de los últimos datos ofrecidos por el INE?
Llama
la atención como cada fin de semana se dice que mueren, por ejemplo,
dos o tres personas en la carretera y, en ese mismo tiempo, han muerto
30 por suicidio
El dato es aterrador, que mueran más de 10
personas al día por suicidio en España supone un hecho de una
trascendencia enorme desde el punto de vista de la salud pública. Llama
la atención como cada fin de semana se dice que mueren, por ejemplo, dos
o tres personas en la carretera y, en ese mismo tiempo, han muerto más
de 30 por suicidio. Se trata de una realidad oculta; hay un estigma y no
se toman las medidas necesarias. Habría que hacer un plan de prevención
con una serie de medios, con unas expectativas y objetivos, y yo creo
que lo estamos verdaderamente necesitando.
¿Cómo debería ser dicho Plan?
Hay muchas iniciativas que ya se están llevando a cabo en muchos países. En primer lugar, hay que ver qué porcentaje de las personas que mueren por suicidio tienen problemas psiquiátricos y, en ese sentido, tratarlas precozmente y detectarlo. El problema más común es la depresión, pero hay también otros como el consumo de alcohol, la esquizofrenia, los trastornos de la personalidad... Tenemos una red pública de asistencia y debemos tomar medidas de prevención y fortalecimiento de la capacidad de detección en la población general, en los médicos de Primaria y en la Especializada.
¿Es fundamental, por tanto, que estén involucrados todos los niveles asistenciales?
La detección empieza en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la calle, etcétera. Es importante realizar campañas de sensibilización dirigidas a población de riesgo. En Madrid, por ejemplo, hay en marcha una campaña para personas que acuden a urgencias con conducta suicida. Consiste en una atención rápida y de seguimiento de su evolución. Está especialmente dirigida a personas con riesgo después de una tentativa de suicidio.
Como problema de salud pública, ¿qué opina de que el suicidio se siga viendo como un tabú, dadas las “teorías” que consideran que hablar de ello puede provocar un contagio de la conducta?
Es una debate que lleva años. Que hablar de suicidio de manera pública pueda llevar a reproducir la conducta se ha dicho sobre todo en el ámbito adolescente, e incluso en códigos de medios de comunicación y libros de estilo. Yo creo que lo que hay que hacer es respetar el dolor pero también creo que ocultarlo no es bueno. Se debe conocer la trascendencia de este problema, que tiene prevención, y que es un tema de salud. De hecho, uno de los motivos por los que la familia de los afectados sufre es por la especie de silencio y de ocultación, de sensación de culpabilidad, cuando realmente esta última no tiene fundamento ni sentido.
Como experto, ¿considera que hay una relación directa entre el aumento de suicidios y la crisis económica?
Sobre este tema hay mucha tinta que ha corrido ya. Es muy difícil atribuir a un sólo factor un aumento claro de las cifras de suicidio. Hay datos de todo tipo. Así, en los primeros años de las crisis hubo un aumento de muertes por suicidio (2008 y 2009), pero no se mantuvo en 2011 y 20012. Luego en 2014 hubo un incremento pero fue artificial por un cambio metodológico.
¿Cómo debería ser dicho Plan?
Hay muchas iniciativas que ya se están llevando a cabo en muchos países. En primer lugar, hay que ver qué porcentaje de las personas que mueren por suicidio tienen problemas psiquiátricos y, en ese sentido, tratarlas precozmente y detectarlo. El problema más común es la depresión, pero hay también otros como el consumo de alcohol, la esquizofrenia, los trastornos de la personalidad... Tenemos una red pública de asistencia y debemos tomar medidas de prevención y fortalecimiento de la capacidad de detección en la población general, en los médicos de Primaria y en la Especializada.
¿Es fundamental, por tanto, que estén involucrados todos los niveles asistenciales?
La detección empieza en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la calle, etcétera. Es importante realizar campañas de sensibilización dirigidas a población de riesgo. En Madrid, por ejemplo, hay en marcha una campaña para personas que acuden a urgencias con conducta suicida. Consiste en una atención rápida y de seguimiento de su evolución. Está especialmente dirigida a personas con riesgo después de una tentativa de suicidio.
Como problema de salud pública, ¿qué opina de que el suicidio se siga viendo como un tabú, dadas las “teorías” que consideran que hablar de ello puede provocar un contagio de la conducta?
Es una debate que lleva años. Que hablar de suicidio de manera pública pueda llevar a reproducir la conducta se ha dicho sobre todo en el ámbito adolescente, e incluso en códigos de medios de comunicación y libros de estilo. Yo creo que lo que hay que hacer es respetar el dolor pero también creo que ocultarlo no es bueno. Se debe conocer la trascendencia de este problema, que tiene prevención, y que es un tema de salud. De hecho, uno de los motivos por los que la familia de los afectados sufre es por la especie de silencio y de ocultación, de sensación de culpabilidad, cuando realmente esta última no tiene fundamento ni sentido.
Como experto, ¿considera que hay una relación directa entre el aumento de suicidios y la crisis económica?
Sobre este tema hay mucha tinta que ha corrido ya. Es muy difícil atribuir a un sólo factor un aumento claro de las cifras de suicidio. Hay datos de todo tipo. Así, en los primeros años de las crisis hubo un aumento de muertes por suicidio (2008 y 2009), pero no se mantuvo en 2011 y 20012. Luego en 2014 hubo un incremento pero fue artificial por un cambio metodológico.
"Que se suiciden
más hombres que mujeres es paradójico, ya que las personas que lo
intentan son mayoritariamente mujeres, pero no lo consiguen"
Lo
cierto es que esto mismo se ha estudiado en otros países y en otras
crisis económicas, y no hay correlación exacta. Puede haber factores
como el desempleo, los desahucios, etcétera, que evidentemente no son
buenos, y que, a su vez, pueden generar otros problemas como no llegar
al tratamiento necesario, ocultar la enfermedad… Por ejemplo, las bajas
por depresión han disminuido en tiempo de crisis. La gente lo oculta
por temor a perder el trabajo por esta causa. También hay un aumento del
consumo de alcohol… Pero es difícil hablar de un único factor, se suman
otros muchos.
Se repite la tendencia: más muertes por suicidio en hombres que en mujeres, ¿por qué?
Siempre ha sido así. No obstante, es un fenómeno paradójico, ya que las personas que lo intentan son mayoritariamente mujeres, pero no lo consiguen. Hay un patrón diferente; en el caso de la mujer, parece más una llamada de auxilio. Mientras tanto, en los consumados hay una conducta más agresiva. No muchas veces impulsiva, porque los suicidios suelen ser planificados. El predominio del sexo masculino es muy predominante.
Se repite la tendencia: más muertes por suicidio en hombres que en mujeres, ¿por qué?
Siempre ha sido así. No obstante, es un fenómeno paradójico, ya que las personas que lo intentan son mayoritariamente mujeres, pero no lo consiguen. Hay un patrón diferente; en el caso de la mujer, parece más una llamada de auxilio. Mientras tanto, en los consumados hay una conducta más agresiva. No muchas veces impulsiva, porque los suicidios suelen ser planificados. El predominio del sexo masculino es muy predominante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario