viernes, 14 de octubre de 2016

42 años trabajador muerto, Mungia. Bizkaia.

C.D.D. 

"423"
TRABAJADORES
MUERTOS.

Esta es una guerra silenciosa del capitalismo salvaje que esconde nuestros muertos para que la sociedad no se asuste y cuando no los esconde los camufla con esa terrible  y muy dañina palabra.
¡¡¡ accidente !!!

 

Realizan un paro los compañeros del obrero fallecido en Mungia al caerle una pieza


El accidente se ha producido en la empresa Técnicas Hidráulicas. / Luis Calabor

  • Un centenar de operarios se ha concentrado de forma silenciosa en señal de duelo por la víctima, un donostiarra que realizaba trabajos de soldadura en la fachada de la fábrica

El centenar de empleados de la empresa Técnicas Hidráulicas de Mungia ha realizado
este jueves un paro «simbólico» en señal de duelo por el operario fallecido ayer en un accidente laboral en esta planta, mientras que sus compañeros en la subcontrata Talleres Leorpe de Hernani no han trabajo ni hoy ni mañana por el mismo motivo. La víctima es un donostiarra de 42 años, que perdió la vida, en plena festividad de El Pilar, al caerle encima y quedar atrapado por una pieza metálica muy pesada cuando realizaba trabajos de soldadura y mantenimiento en la fachada exterior de la fábrica, ubicada en la calle Aritz Bidea.

El siniestro se produjo sobre las 16.25 horas cuando, por causas que se investigan, al operario le golpeó en la cabeza una chapa de gran tamaño mientras montaba una estructura, según informaron ayer los servicios de emergencia. En respuesta a lo ocurrido, sus compañeros han celebrado este jueves, pasadas las 10.00h, una concentración silenciosa a las puertas de la empresa y han parado sus actividades durante 24 horas. La movilización ha sido consensuada por el comité y la dirección de la planta.

En Talleres Leorpe, por su parte, la plantilla ha tomado la decisión de no trabajar ni hoy ni mañana viernes, que es para cuando han convocado una concentración de repulsa por la muerte de su compañero, experimentado en montajes de calderería pesada.
Fuentes del sindicato ELA explicaron que el operario fallecido, Miguel A.A., residente en el barrio donostiarra de Amara-Osinaga, prestaba sus servicios para la subcontrata Calderería Leorpe, con sede en Hernani. Se trata de una firma fundada hace más de cuarenta años, que centra sus actividades en la calderería media y pesada, así como en montajes por cuenta propia o ajena. En el momento en que se produjo el accidente laboral, la empresa se encontraba cerrada al tratarse de un día festivo. 

Muerte fulminante

Una de las personas que estaban presentes cuando se desplomó la chapa sobre el empleado llamó al teléfono de SOS Deiak-112. Unidades de la Ertzaintza, la Policía Municipal de Mungia y una ambulancia se desplazaron hasta el lugar de los hechos, aunque ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Había fallecido prácticamente en el acto. Un médico forense que integraba la comitiva judicial ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al servicio de patología del Instituto vasco de Medicina Legal de Bilbao, donde se le practicará la autopsia.
Técnicos de Osalan acudieron al lugar del accidente para tomar datos y abrir una investigación sobre las circunstancias en que se produjo el fatal siniestro. La empresa Técnicas Hidráulicas de Mungia lleva 50 años instalada en la localidad vizcaína y «muchos vecinos trabajan o han trabajado allí», indicaron ayer desde el Consistorio, que transmite su «pésame» a la familia y compañeros del fallecido. La firma fue fundada en 1966 y suministra equipos, soluciones y servicios para las industrias de minería, pesca y medio ambiente.


El pasado mes de julio un pintor bilbaíno de 38 años murió al quedar atrapado en la plataforma elevadora en la que realizaba una reforma en el supermercado Lidl, ubicado en la ribera de Axpe, en Erandio. También en este caso, el trabajador estaba contratado por una empresa externa, Aypro, para las labores de mantenimiento de la nave. En el pabellón se encontraban tres trabajadores, cada uno de ellos encaramado a una de estas plataformas. Uno de los compañeros se percató de que la máquina de la víctima llevaba un tiempo sin moverse. Por causas que se desconocían, se había desplegado y le había aplastado contra el techo. «Ha sido un palo gordísimo», decía el joven.

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