viernes, 6 de enero de 2017

Camuflar un siniestro laboral.

Un tercio de los accidentes leves se camufla

UGT denuncia las «prácticas poco éticas de las empresas y mutuas» que otorgan «permisos o reposos preventivos» en los que el trabajador accidentado cobra por no ir a trabajar pero sin recibir la baja médica / Los incidentes graves aumentan un 25% en 2016

B. OLALLA / BURGOS
04/01/2017
 
Un trabajador se tuerce un tobillo mientras cumple su jornada en la fábrica y acaba con un esguince que requiere reposo. Su mutua, en connivencia con la empresa para la que trabaja, le deriva a la Sanidad pública y le tramita un permisos o reposo ‘preventivos’ de tal forma que este trabajador accidentado pasa a cobrar por no ir a trabajar los días que esté en su casa reponiéndose pero no recibe la baja médica. Esta escena se repite en uno de cada tres accidentes de trabajo leves según asegura UGT Burgos de acuerdo a los casos que llegan a sus asesorías laborales.

El motivo hay que buscarlo en el interés de determinadas empresas por rebajar las bajas a reposos retribuidos para no tener que comunicarlas a las autoridades laborales y evitar aparecer como empresas con un entorno laboral de alta siniestralidad. Cabe añadir que ni la empresa puede dejar de notificar todas las bajas que se registren en su personal ni los médicos de la mutua pueden dejar de dar la baja a quienes realmente la necesiten, por lo que esa conducta que denuncia UGT es contraria a derecho y susceptible de sanción. A mayores, suponen que las medidas de prevención que se apliquen en la empresa vayan referidas a una situación irreal de la que se sustraen los accidentes menos graves, que son también los más frecuentes.

El sindicato sostiene que desde el año 2008 viene denunciando el aumento de estas situaciones que se produce con la ayuda de la «precarización y temporalidad del empleo por la que el trabajador teme perder el trabajo si cae de baja, y las prácticas poco éticas de las empresas y Mutuas, mal llamadas ‘Colaboradoras de la Seguridad Social’, derivando las dolencias musculoesqueléticas al sistema público de salud o haciendo dejación de su deber de dar una baja médica a los trabajadores accidentados».
Cinco fallecidos en 2016

Por el lado de los accidentes de mayor gravedad, hay que resaltar un significativo aumento del 25% de los que son considerados graves o muy graves que son 30 casos contabilizados entre los 4.100 partes de baja emitidos en la provincia de Burgos entre enero y noviembre de 2016. Respecto a los mismos once meses de 2015, la siniestralidad laboral se ha incrementado un 8,78%, según datos facilitados por UGT que se lamenta de que si comparamos estas cifras con las estadísticas de la comunidad, «vemos que en Burgos no se están haciendo las cosas tan bien como se debería, o como lo están haciendo en otras provincias, porque la tendencia en la comunidad hasta noviembre (últimos registros oficiales consolidados) es a que bajen los accidentes graves o muy graves registrados, un -3,68%, y los mortales, un -6,67%».

En ese periodo cinco trabajadores perdieron la vida en sus puestos de trabajo, la misma cifra registrada durante todo el año pasado y, además, también se han registrado 9.559 accidentes de trabajo sin baja, que presentan un aumento sustancial, del 4,61%, respecto a idéntico periodo del año pasado.

Más riesgos en Burgos
El sindicato vaticina que «terminaremos el año con un aumento considerable en el número de siniestros laborales registrados con respecto al año pasado, a pesar de la infradeclaración» de partes de baja detectada por los casos de picaresca con los reposos retribuidos.

Rechaza que el aumento de la siniestralidad se puede justificar por una mejora de la actividad económica o del empleo, ya que al analizar los Índices de Incidencia, que se obtienen de poner en relación el número de accidentes laborales por cada mil trabajadores para comparar las cifras de 2015 con las del año pasado con independencia del volumen de trabajadores y con la media de las comunidades autónomas, «los datos reflejan el empeoramiento de las condiciones de trabajo en la provincia durante este año, así como, el mayor riesgo de sufrir un accidente en Burgos» que en el resto de Castilla y León. Esa afirmación se apoya en el hecho de que a noviembre de 2016 «la media anual del Índice de Incidencia en la provincia de Burgos es de 3,5 accidentes de trabajo por cada 1.000 trabajadores, mientras que el año pasado era de 3,2» y la regional actualmente se queda en 3,1 casos.

Estas cifras sirven a la agrupación provincial del sindicato para reclamar «una mayor implicación de los ejecutivos autonómico y central ante esta lacra social que es la siniestralidad laboral». Exigen, para empezar, un aumento del control para «hacer cumplir la normativa de seguridad y salud» y para ello proponen potenciar la Inspección de Trabajo, «para lo que sería necesario triplicar sus recursos humanos, porque en España hay un inspector de trabajo por cada 15.000 trabajadores mientras que en Europa hay un inspector por cada 5.000». De paso, UGT aprovecha para volver a demandar la derogación de la reforma laboral derogar «culpable de las penosas condiciones de trabajo que muchos compañeros y compañeras deben aguantar.

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