Cerramos este siniestro quince días después de ocurrido.
Las condiciones del alud siguen impidiendo rescatar al trabajador sepultado en San Isidro
El operativo únicamente se puede centrar en trabajos del georradar desde un helicóptero pero no sobre el terreno, después de su desaparición el 1 de enero.
Los bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa) continúan este martes sin poder buscar sobre el terreno al operario de una máquina quitanieves desaparecido bajo un enorme alud desde el pasado 1 de enero en el puerto de San Isidro en la vertiente asturiana, en el Concejo de Aller.
Allí, un alud de nieve sepultó la máquina en la que trabajaba junto a otro operario, cuyo cuerpo fue encontrado el mismo día del incidente horas después.
Las labores de búsqueda han estado condicionadas desde el inicio por la meteorología adversa y los sucesivos aludes que se produjeron en la misma zona. Este martes y en principio el resto de la semana, los trabajos se centrarán en sobrevolar con el helicóptero y el dron la zona para seguir buscando con el georradar, publica Lavozdeasturias.es.
En la zona también estará el helicóptero medicalizado del Sepa para dar cobertura de seguridad a los efectivos desplazados, según ha explicado la consejera de Presidencia, Rita Camblor, en una visita este pasado martes al puesto de mando avanzado instalado en Felechosa.
El jefe de bomberos, Miguel Ángel Pérez, ha explicado que las condiciones del alud impiden "hacer ningún tipo de trabajo sobre el terreno" en la zona cero, y ha señalado que únicamente se podrán desarrollar trabajos técnicos de búsqueda. La situación no se espera que mejore, ya que el fin de semana esperan una borrasca que hará suspender también esas tareas. "Únicamente haremos labores de retén en Felechosa y de control de la zona", ha agregado.
A primera hora de la mañana estaba previsto ayer que acudieran de nuevo al lugar, en el helicóptero de la Guardia Civil, los dos nivólogos, colaboradores de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que el lunes no pudieron concluir la catas que estaba realizando en el manto nivoso para intentar determinar el grado de riesgo de aludes en la ladera donde tuvo lugar el accidente.
Coordinando helicópteros
Una vez que se retiren del lugar y para garantizar mayor seguridad, evitando que en la zona trabajen dos aeronaves simultáneamente, se trasladará al lugar uno de los helicópteros multifunción de Bomberos del Sepa (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias) con los operadores del dron que porta el georradar y un miembro del equipo de rescate.
Desde el helicóptero los técnicos manejarán el dron e irán escaneando, por sectores, realizando varias pasadas, desde la zona de arriba del alud (cerca de la carretera) hasta la de más abajo. El georradar dispone de un altímetro con el que se tratará de mantener una altura estable. Para poder realizar el rastreo, el dron con el georradar tiene que estar próximo al relieve del terreno y su operador también tiene que visualizar el aparato por lo que se ha optado por manejarlo desde una de las aeronaves del Sepa.
Paralelamente, por tierra, desde el Mirador de Zubillaga otro equipo formado por un operador de dron y dos bomberos rescatadores se encargarán de prestar apoyo al equipo que trabaja desde el aire facilitando, entre otras cuestiones, los cambios de batería del aparato. Según han explicado el frío reduce su durabilidad casi al 50 % por lo que la autonomía de vuelo es de unos 15 minutos. El acceso al lugar se realizará por la vertiente leonesa y contando de nuevo con la colaboración de la comunidad vecina para facilitar el acceso viario.
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