Muere un bombero en las labores de extinción del incendio de Sierra Bermeja
Fuentes del Plan Infoca de la Junta de Andalucía confirman que se trata de un trabajador almeriense de 44 años
Un bombero ha muerto en los intentos de controlar el fuego que arrancó la noche del miércoles en Sierra Bermeja, en la provincia de Málaga, y que seguía activo en la noche del jueves. Fuentes del Plan Infoca de la Junta de Andalucía han confirmado que se trata de un trabajador de 44 años, vecino de Almería, que había participado en al menos seis campañas con el equipo de extinción de incendios forestales andaluz. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha enviado su pésame a la familia a través de las redes sociales. “Es una desgracia enorme”, ha publicado, “mi abrazo a su familia y a sus compañeros”.
“Es la noticia que nunca quisiera haber dado”, ha confirmado la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, “mi más profundas condolencias a su familia, a sus compañeros del retén y a todos los que forman parte del Infoca, un abrazo”. “Quiero trasladar todas mis fuerzas a todos y cada uno de los trabajadores en este incendio”, ha añadido, “todos están trabajando en un incendio muy complicado; no se habían visto llamas semejantes en mucho tiempo”. Las circunstancias del fallecimiento están siendo investigadas, según han comentado fuentes del servicio de extinción de incendios.
“La entrega, dedicación y el valor de los bomberos forestales es encomiable”, ha señalado por su parte el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez ha enviado su “abrazo, y la solidaridad de todo el Gobierno con la familia y compañeros” del fallecido. “Extremar la seguridad en el trabajo es un objetivo prioritario de nuestro país”, ha resaltado por su parte la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien también ha trasladado su “cariño” a los allegados de la víctima. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha señalado el incidente dentro de un “día triste y trágico en Andalucía”.
Las tareas de control entran esta noche en una fase decisiva. Los medios aéreos que apoyaban las labores en tierra se han suspendido. Entre 300 y 400 personas siguen trabajando sobre un terreno abrupto, cuajado de cimas y vaguadas con difícil acceso para los medios motorizados, en un intento por mantener el incendio dentro de un perímetro de más de 2.000 hectáreas entre los municipios de Genalguacil, al oeste, y Benahavís, al sureste. Las rachas de viento seco de poniente que han alcanzado velocidades de hasta 35 kilómetros por hora dificultan tremendamente los intentos de frenar el avance de las llamas. “Que se investiguen las causas y, si es un incendio provocado, que caiga todo el peso de la ley”, ha sentenciado.
Hasta las nueve de la noche del jueves, el incendio estaba contenido. Casi 1.000 personas han sido desalojadas, más de 700 en dos urbanizaciones en Estepona, el municipio más afectado. El fuego se inició en torno a las nueve y media del miércoles y se extendió descontrolado durante toda la noche. A lo largo del jueves, y pese a las condiciones adversas, los efectivos desplegados han conseguido mantener el incendio contenido, con un lento avance hacia el este y hacia la costa. La mayor parte de la región afectada es zona rural, sobre la que se encuentran diseminadas varias fincas unifamiliares y algunas urbanizaciones. La evolución del viento ha conseguido evitar que las llamas llegasen al pinsapar que se encuentra en la zona de los Reales de Sierra Bermeja y que es uno de los tesoros botánicos de la serranía malagueña, de donde es autóctona esta conífera mediterránea.
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