Un camionero fallece al ser atropellado de noche en la A-5 en Otero, a la altura de un conocido club de alterne
La víctima murió en el acto después de cruzar la autovía por un lugar indebido cerca de la una de la madrugada. El conductor del vehículo dio negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas
«Escuché dos golpes en muy poco tiempo. Me extraña que un profesional del transporte tratara de pasar por la autovía en lugar de hacerlo por el puente», dice el dueño del restaurante donde la víctima cenó
Un camionero perdió la vida este viernes tras sufrir ser atropellado en la A-5, dentro del término municipal de Otero, según han confirmado a ABC fuentes del servicio de emergencias del 112 de Castilla-La Mancha. El aviso se recibía a las 00.42 horas. La víctima había sido arrollada por un automóvil en el kilómetro 88 sentido Badajoz. Ocurrió a la altura del club de alterne Hey y del restaurante El hogar del transportista, donde la víctima cenó y cuyo propietario oyó dos golpes en un intervalo muy corto.
Murió en el acto, por lo que el personal sanitario que acudió al aviso no pudo hacer nada por salvar su vida. El conductor del vehículo que atropelló al peatón dio negativo en las pruebas de alcoholemia y de drogas, según fuentes de la Guardia Civil. Apuntan a que la responsabilidad pudo ser del peatón al cruzar la autovía por un lugar indebido.
El restaurante El hogar del transportista está al otro lado de la autovía, en el margen en dirección a Madrid, casi enfrente del lugar donde ocurrió el suceso. Miguel es el dueño del negocio, donde también vive, y cuenta a ABC que escuchó dos golpes en muy poco tiempo. «El camionero estuvo cenando aquí tranquilamente sobre las ocho y media de la tarde; yo le di de cenar y estuve hablando con él, una persona muy normal y afable», relata el propietario.
«Cerré sobre la una menos cuarto de la noche. Poco después escuché un golpe y pensé que algún vehículo habría golpeado en el edificio. Miré las cámaras de seguridad, pero no vi nada. Y al momento oí otro golpe. Debían de ser los dos coches que dieron al camionero», continúa. «Al ratito me asomé al balcón, vi a la Guardia Civil en la autovía y pensé que había sido algún perro que se había cruzado en la carretera», añade. «Me extraña que un profesional del transporte tratara de pasar por la autovía en lugar de hacerlo por el puente para ir al club, a unos 250 metros», explica el dueño del restaurante, impactado por la muerte del camionero.
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