Un fallo en un mortero podría estar detrás de la muerte del cabo de Regulares fallecido en Polonia
Pedro Sánchez se ha referido al suceso como "un accidente". A pesar de que ni el Ministerio de Defensa ni la Comandancia General han aclarado en qué circunstancias se ha producido este mismo, las primeras informaciones apuntan a que el cabo Palacios, el regular de 43 años fallecido en Polonia, podría haber perdido la vida a causa de un fallo en un mortero.
Hasta el momento de la elaboración de este escrito, lo único que ha trascendido es que el militar, adscrito al Grupo de Regulares nº 54, ha muerto "durante la ejecución de un tema táctico con fuego real". Ha sido en Bemowo Piskie, un diminuto pueblo situado a poco más de 200 kilómetros de Varsovia. Allí, un contingente español participa desde hace semanas en unas maniobras diseñadas por la OTAN.
Al parecer, el incidente habría tenido lugar sobre las 13:30 horas. Según las primeras hipótesis, un proyectil sin detonar podría estar detrás del trágico desenlace. Cuentan algunos que este "ha explotado nada más meterlo [en el obús]". "Estaría mal colocado o algo similar", valoran desde el estamento.
"Se ha atascado una granada en el tubo lanzador de morteros y ha pegado un reventón", comentan otros compañeros sobre lo sucedido. "A la hora de hacer fuego, ha tenido una interrupción y la ha querido solventar por sí mismo", abunda otro soldado ceutí desplazado a Polonia, quien admite que "seguramente, no sea el protocolo que hay que seguir".
Palacios no ha sido el único damnificado; fuentes de este medio han mencionado una segunda víctima de la explosión: otro militar que habría tenido que ser hospitalizado debido a una lesión en los tímpanos. Las futuras investigaciones esclarecerán qué ha sido lo que ha ocurrido exactamente en este fatídico día para el Cuerpo de Regulares.
Padre de dos hijos con otro en camino
Está siendo una jornada de caos en el país centroeuropeo, tal y como relatan los militares allí ubicados. Cuentan que el cabo Palacios era de origen ecuatoriano y padre de dos hijas. "Tenía otro en camino", lamentan quienes se relacionaban con él. "No lo conocía personalmente, pero coincidí con él en la base y recuerdo que, cuando salimos, nos deseó que tuviéramos 'buenas maniobras'", añade uno de los efectivos destinados en Polonia.
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