jueves, 23 de abril de 2015

Hermandad Obrera de acción Católica, HOAC.

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«No somos conscientes de la dignidad del trabajo»

Publicado: 23/04/2015: 19
 
La HOAC denuncia las situaciones en las que las personas no pueden ver garantizadas ni su seguridad ni su salud en sus trabajos, ante la cercanía del Día de la Salud en el Trabajo, el 28 de abril.

Desde la OIT se nos recuerda, en este día, que deberíamos luchar por conseguir una cultura nacional e internacional de prevención en materia de seguridad en el trabajo. Este deseo no es un capricho, responde e implica el derecho que todos los trabajadores tenemos a gozar de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable. Por ser un derecho, se convierte en un deber de todos los empresarios y de los gobiernos asegurar que los trabajadores podamos desarrollar nuestro empleo en aquellas condiciones que permitan la seguridad y la salud. Corresponde a todos, promover y respetar leyes que definan las responsabilidades y deberes de cada uno de los implicados (trabajadores, sindicatos, empresarios y gobiernos) y que estén basadas en el principio de la prevención.

No son pocas las ocasiones en las que escuchamos en las noticias cómo los accidentes laborales se producen entre los trabajadores, y en algunas ocasiones con carácter fatal, provocando su muerte. Detrás de estos accidentes laborales existen personas afectadas que no siempre reciben la atención debida, ni por la sociedad, ni por los empresarios, ni por los gobiernos. Por ello, no sólo nos toca anunciar la necesidad de la prevención, sino que también estamos llamados a denunciar todas aquellas situaciones en las que los trabajadores ven mermados sus derechos y ponen, tanto su salud como sus vidas en peligro.

El Magisterio Social de la Iglesia reconoce una serie de derechos de los trabajadores que no deben ser conculcados; entre ellos el derecho a una justa remuneración, a salvaguardar la propia personalidad en el lugar del trabajo, el respeto a la propia conciencia, el derecho a unos subsidios adecuados para la subsistencia de los trabajadores desocupados y sus familias, el derecho (y deber) de asociarse… Uno de los derechos reconocidos por la Doctrina Social de la Iglesia es “al descanso” y a “ambientes de trabajo y procesos productivos que no comporten ningún perjuicio contra la salud física de los trabajadores y no dañen su integridad moral”, tal y como afirmó en la Centesimus annus el papa Juan Pablo II.

Detrás de todo trabajo que no garantiza la salud de los trabajadores encontramos el mismo principio que rige hoy en nuestra sociedad: la persona es menos importante que el beneficio, que el capital acumulado. Ese egoísmo es la raíz de todos los males. Por ello el papa Francisco nos recordaba: Las personas son menos importantes que las cosas que producen beneficio a los que tienen el poder político, social, económico. ¿A este punto hemos llegado? Al punto de que no somos conscientes de esta dignidad de la persona; esta dignidad del trabajo.

En este día, la HOAC y todos aquellos cristianos que estamos preocupados y ocupados en acompañar desde la fe al mundo obrero, queremos denunciar las situaciones en las que las personas no pueden ver garantizadas ni su seguridad ni su salud en sus trabajos; denunciar a quienes, aprovechándose de las circunstancias económicas que se han generado no procuran que sus empleados trabajen con la seguridad adecuada y no vean perjudicada su salud; y seguir pidiendo al gobierno que establezcan leyes que prevengan y protejan a los trabajadores en estos aspectos.

No podemos acabar sin recordar a los trabajadores de los países del Sur. Ellos son quienes sufren con más frecuencia y con más virulencia estos problemas. Pedimos a las leyes internacionales que exijan a los empresarios y gobiernos ambientes de trabajos dignos para las personas y que se sancionen y castigue a quienes atenten contra las vidas de las personas en sus trabajos.

Hermandad Obrera de Acción Católica

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