La tasa de accidentes laborales en la CAV crece casi el triple que la economía
La mejoría de la actividad económica aumenta la siniestralidad y eleva a 14 el número de fallecidos en lo que va de año
Xabier Aja - Lunes, 21 de Marzo de 2016 -
donostia - La economía
vasca está en la senda de la recuperación pese a los problemas del
sector siderúrgico y cerró 2015 con un aumento del Producto Interior
Bruto de la CAV del 2,8%, según datos del Eustat, pero esa buena noticia
está empañada por el incremento de la siniestralidad laboral, que se
elevó en un 7,5% en los accidentes laborales con baja y en un 10% en los
que finalizaron con la muerte del trabajador, según Osalan. Ello
significa que la tasa de crecimiento de la siniestralidad laboral casi
triplicó la del aumento del PIB vasco.
Fuentes empresariales vascas, aun reconociendo y lamentando dicha
realidad, consideran que si se tiene en cuenta el aumento de actividad
el índice de incidencia por cada mil trabajadores apenas ha crecido
unas décimas, de 36,01 en 2014 a 36,15 en 2015.
El problema es que la tendencia en este inicio de 2016 no ha
cambiado a mejor. Al revés, tras el accidente laboral que costó la vida
a dos operarios en la fábrica de hielo de Ondarroa, se eleva a catorce
el número de empleados fallecidos en el trabajo en el presente año en
Euskal Herria, según datos del sindicato LAB, del que era afiliado uno
de los dos trabajadores afectados por la explosión.
Y los datos en el Estado español son aún peores pues solo en
enero falleció 51 trabajadores, 24 más que en el mismo periodo de 2015,
según el Ministerio de Empleo.
Los casos de siniestralidad laboral como el acontecido en
Ondarroa han vuelto a poner encima de la mesa los problemas de la
seguridad en el trabajo y ha unido a todos los sindicatos vascos en sus
continuas peticiones de que se investiguen los hechos y se ponga más
énfasis en las inspecciones.
Los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT reclaman a la Inspección de
Trabajo y el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales-Osalan que
investigue los accidentes con el mayor celo posible, pero también
consideran que las condiciones de trabajo -la precariedad, la presión
constante para mejorar la rentabilidad con unos ritmos de trabajo
crecientes, etc- no son ajenas a la siniestralidad. El sindicato LAB,
del que era delegado una de las personas fallecidas en Ondarroa,
considera que los accidentes laborales no se pueden separar las
“condiciones laborales impuestas por la patronal”.
El propio consejero de Empleo del Gobierno Vasco, Ángel Toña,
destacó la semana pasada que catorce muertos por accidente laboral en lo
que va de año en Euskadi “son demasiados”, por lo que es necesario
redoblar los esfuerzos para corregir la tendencia. Hay que “tomarse en
serio” la cuestión de la prevención laboral y “trabajar duro” para
acabar con el problema de la siniestralidad, dijo.
Buena parte de los accidentes laborales se concentran en empresas
pequeñas y en subcontratas, lo que avala las palabras de Ángel Toña,
que considera que “en las grandes empresas las cosas se hacen bien” pero
que las pymes y en las obras de construcción queda trabajo por hacer
para generar una cultura de la prevención. Esto es algo que no solo es
tarea de las diferentes administraciones, “sino que cada uno, tanto
empresarios como trabajadores, tiene que tener asumido qué medidas deben
tomar”, destaca el consejero vasco. La organización empresarial vasca
Confebask hizo hace unos días balance de la situación del pasado
ejercicio y considera que pese a los datos se ha mejorado
sustancialmente en prevención laboral en los últimos años.
datos de osalan Los datos
de Osalan muestran que el pasado año en la CAV se produjeron 30.221
accidentes laborales que desembocaron en la necesidad de que el
trabajador cogiese la baja médica. Ello supone un incremento del 7,5%,
tasa muy superior al crecimiento de la economía, casi el triple que el
2,8% que aumentó el PIB vasco. Y si se tiene en cuenta el número de
accidentes laborales mortales, los 33 trabajadores vascos fallecidos en
2015 suponen un 10% más que en el año precedente.
El dirigente de Confebask, Jon Bilbao, insiste en que los
empresarios y los trabajadores se están tomando en serio la prevención
de riesgos laborales, y fruto de ese esfuerzo colectivo, es un hecho que
la evolución de los accidentes de trabajo ha experimentado una
espectacular reducción en los últimos quince años. La entrada en el
siglo XXI ha permitido reducir sustancialmente, con datos extraídos del
propio Osalan, el índice de incidencia de accidentes laborales en la CAV
por cada 1.000 trabajadores ya que en el año 2000 era de casi 80 casos
(77,96), mientras que en 2015 ha sido de 36 (36,15), menos de la mitad. Y
si el número de accidentes mortales en el puesto de trabajo fue de 85
en el año 2000, quince años después se han registrado 28, un 68% menos.
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