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miércoles, 27 de enero de 2021

Mis libros. Seguimos conociendo Guadalajara.

Comentario del diarista.

Comentario del diarista.

De la mano de don Antonio Herrera Casado acompañado esta vez por "cincuenta plumas acreditadas" damos un gran repaso a nuestra querida Guadalajara, en sus mas de 200 paginas con numerosas ilustraciones y fotografías, destacan 100 cosas esenciales, de aperitivo unos toques de arqueología, Recópolis, Casares y Zaorejas, por supuesto visitadas por este que escribe las tres propuestas. Echo en  falta los castros Ceremeño, Luzón, La Cerca, Castillejos y como no el castro de Torrejon, incluso las figuras de Rillo de Gallo en el Abrigo del Llano declaradas patrimonio de la humanidad y los petroglifos de Borbullon

Seguimos con el arte románico habida cuenta de tener en nuestra provincia destacados y preciosos ejemplos, algunos en avanzado estado de ruina otros recuperándose unos mas conocidos otros totalmente desconocidas, pero que sin duda, se toma nota, si salimos de estos trances que nos limitan en estos días para en un futuro llenar el deposito y volver a recorrer nuestros pueblos.

Llega después el turno a los monasterios dos no los conozco uno de ellos ni conocía su existencia "El desierto carmelitano de Bolarque, y Monsalud que si bien de oídas y alguna lectura en esta misma colección , personalmente no lo hemos visitado.

La capital, Guadalajara, cuenta con su propio capitulo Palacios, puente árabe, capillas y panteones con algún nombre propio histórico de la ciudad nos tejen un tapiz a medias conocido, siempre se aprende y la capilla de Luis de Lucena me depara alguna nueva.

Edificios y patrimonio,  Museos sin visitar, que habrá que enmendar, Catedrales, palacios ducales, castillos, murallas, tapices e iglesias que vistas de pasada ahora llaman mas el interés pues el esbozo de su interior te hace arrepentirte de lo haberlas visitado mas en profundidad incluso alguna muy cercana  que descubrí en esta misma colección y que sin duda tendré que ver sí o sí por ejemplo el retablo de San Gregorio de Alovera y particularmente mausoleo de los Eraso, conocida su historia y visto el mausoleo, decididamente hay que verlo mas de cerca...Castillos, fuentes, caserones, Paños, cuevas, pairones, y picotas se desgranan en la obra sin olvidar Canales y nuestro cielo ese que nos sorprende cuando desde algún pueblo serrano lejos de luces y ciudades parece que se nos va a caer encima de tan brillante  y extenso.

Prosigue y finaliza con nuestra naturaleza los quejigares, hoces, ciudades encantadas, que tenerlas las tenemos y no en Cuenca. Valles hermosos y tetas las de Viana, Hayedos, saltos lagunas y cascadas compiten en frescura y belleza por estas nuestras tierras y si bien nuestro ojo tiene referencia al Ocejón le recuerdo competencia olvidada, el Pico Lobo.

Repasa por ultimo fiestas históricas y entrañable por todos si no conocidas si reconocidas la caballada Hita y su medieval fiesta con lances y caballeros...Danzantes, diablos, botargas y como no nuestra miel de la Alcarria.

Lectura fácil  y gratificante que os recomiendo encarecidamente, antes que mas tarde, si queréis conocer un poco mas de nuestra tierra, saber como llegar y desde donde, no, no es tarea sencilla escoger y proponer 100 cosas esenciales que conocer de Guadalajara y dejar en el camino otras tantas tan maravillosas o mas con su historia y salazón, así a vuela pluma, castillo de Angix, la catedral que se me antoja enorme y desproporcionada de Valdearenas, Cendejas de la Torre y su castro olvidado,  por supuesto  las carrozas de Azuqueca fiesta de interés turístico regional.

No quiero dejar pasar la ocasión para tratar aquí algo que me llama poderosamente la atención, Valdearenas. Cívica y Cendejas de la Torre valgan estas ocho fotos seleccionadas de las que hice ya algunos años.

"La iglesia parroquial católica de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XIII pero reformada en profundidad en los siglos XVI y XVII, se encontraba bastante deteriorada a mediados del siglo XX, y en la década de los años 60 el obispado de Sigüenza ordenó su restauración. Pero ante los fallos de sustentación del edificio la dirección técnica recomendó que fuese desmontada su fábrica y luego reconstruida. Se hizo lo primero pero lo segundo nunca llegó a ocurrir, alegándose en su momento falta de financiación. Sus bienes muebles se dispersaron y desapareció, entre otros elementos constructivos, el artesonado mudéjar que la cubría. En la actualidad (2007) aún se pueden localizar en el solar de la iglesia restos de cornisas, claves de techumbres góticas, arcos torales, laudas sepulcrales, etc.

Se desconoce la fecha exacta de fundación y su promotor, pero se trataba de una construcción propia del momento de expansión del que disfrutó la villa de Hita en el primer siglo después de la conquista castellana.

Se trataba de una iglesia columnaria con planta de salón. Según algunos autores, la fábrica del edificio era de sillería y mampostería caliza, siendo su fachada meridional la más antigua, románica del siglo XIII, en la que se abría la archivolta del ingreso, constituida por tres arcos lisos, en degradación, sobre ancha imposta corrida que simulaba capiteles de inexistentes columnas, pues las jambas eran apilastradas; otra pilastra a cada lado remontaba la puerta para formar un arrabá gracias a horizontal cornisa dispuesta en dentellones.7​ El resto del edificio correspondía a la reforma que a partir de 1580, realizó el maestro de cantería Juan de Bocerráiz8​ en estilo plateresco tardío y mudéjar, aunque restos que se encuentran “in situ” de estilo gótico parecen sugerir que tras la reforma se conservaron partes de la antigua fábrica. Contaba con tres naves, siendo su presbiterio y ábside poligonal. Grandes columnas toscanas separaban las naves y sostenían el gran artesonado de estilo renacentista mudéjar que cubría el edificio, calificado, según un tratadista del primer tercio del siglo XX,9​ de interesante […] de gusto mudéjar y labores geométricas excesivas. Este autor también destacaba, entre los objetos de orfebrería de la iglesia, un cáliz renacentista muy bueno por su exornación e imaginería y una cruz de principios del siglo XVI con labores ojivales y platerescas."

Fuente Wiquipedia










Cívica o Cibica, Un misterio, el bar del Cojo y el cura don Aurelio,  la cueva de la mora... extraño y precioso paraje que no debemos dejar pasar.







 
Esta Capadocia Alcarreña está socavada por corrientes de agua subterránea y profundas cuevas como la Cueva de la Mora, a sólo unos metros al oeste de esta. Escondida detrás de una cascada, tiene su propia leyenda: Un noble árabe que habitaba en las cercanías tenía una hija de gran belleza. Ella, enamorada de un noble cristiano, provoca la terrible ira del padre y una pertinente prohibición de ver nunca más al caballero. Tras desobedecer las órdenes del padre y negándose a casarse con nadie más, la joven es encerrada en una cueva remota, en una ubicación desconocida. El caballero cristiano es incapaz de encontrarla y ella muere en la cueva sin más remedio… Hay quien dice que la joven se aparece a veces en las cercanías de la cueva, esperando la llegada del caballero. 




Cendejas de la Torre. Una de las tres marías, en su día siempre en contacto visual de torre a torre, con Cendejas de Enmedio, Y la hermana pequeña o del Padastro.

Pero es la primera Cendeja, la de la Torre, la que nos llama la atención, perdido en la memoria del tiempo se atisba aun hoy antigua fortaleza, que algunos mal llaman el castillo, y proclaman su origen medieval, piensa este que escribe que mas parece mucho mas antiguo, sus formas con doble amurallado, de piedra seca sin talla o argamasa que la sustente,  dos pequeñas torres a ambos lados en la entrada de la primera muralla y separaciones de cuadras o viviendas entre primera y segunda defensa una sola entrada defendida en ambos lados, aun se puede si se es observador ver las marcas de los carros en su subida de entrada justo donde la hierba no crec. 

Restos de cerámica y alguna moneda sin datar (que este que escribe sepa), nos delatan que 100 años antes de cristo



y posiblemente antes Cendejas de la torre por mucho Romano invasor, Visigodo o Árabes ya contaba con su castro fortificado, situado estratégicamente con un amplísimo campo de visión





Una mas que probable vía romana pasaba cerca de Sintilia, y la torre del hoy Cendejas fuera un punto de guardia y observación.

El primer dato que se encuentra de su existencia escrito data de los años 921:

"En los años 700 los árabes se establecen en España y desde entonces los cristianos tratarán de echarlos durante 800 años. Aquí tenemos la primera posible documentación escrita de la existencia de Cendejas, se trata del Cronicón de Sampiro escrito en latín y que hace referencia a los años 921 en que el rey de León, Ordoño II, realiza una incursión en tierra árabe y llega a Sintilia (Cendejas), arrasando algún castillo como Pálmaces, Cendejas y Castejón."

Fuente. Blog de grupo de atletismo CEND3JAS







Y para rematar una curiosidad. 



Os presento la Torre de Azuqueca.


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