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viernes, 22 de enero de 2021

Año.8. N.º 026. 45 Años. Construcción. Madrid.

 

Un albañil de Toledo y un búlgaro que acudía a un comedor social, las dos víctimas de la explosión que faltaban por identificar

El albañil tiene 45 años. Estaba casado y tenía dos hijos. El ciudadano búlgaro, que hoy jueves 21 de enero cumplía 47 años, estaba sin trabajo y recibía ayuda social

Javier Gandía en una foto reciente en su pueblo de Toledo
Javier Gandía en una foto reciente en su pueblo de Toledo

           


     Día 022

                                                  VICTIMAS

                                                LABORALES.
                                   
       "027"En 2020: 746.


La Policía Nacional ha podido identificar durante la mañana de hoy a la dos víctimas de la explosión que estaban sin reconocer y que murieron cuando caminaban por la calle tras ser alcanzadas por los escombros y cascotes que desató la detonación. Uno de los dos peatones fallecidos es Javier Gandía, un albañil de 45 años y vecino deLa Puebla de Almoradiel, un pueblo de 5.500 habitantes al sureste de Toledo y a unos 130 kilómetros de Madrid.

La cuarta víctima mortal es un ciudadano búlgaro vecino del barrio de Antón Martín, Stefko Ivanov, quien justo hoy cumplía 47 años y que en principio se pensó que tenía 85 años. Además perdieron la vida en la explosión David Santos, de 35 años, que había acudido a la parroquia para intentar arreglar la caldera, y uno de los sacerdotes de la iglesia, Rubén Pérez, de 36 años, quien no pudo superar las lesiones que sufrió y falleció el jueves de madrugada en el Hospital de La Paz.

Javier, de 45 años, estaba casado, tenía dos hijos y poseía una pequeña empresa de la construcción, según explica a elmundo.es el alcalde de La Puebla de Almoradiel, Alberto Tostado. Trabajaba fundamentalmente en Madrid y hasta allí se desplazaba diariamente. "Estaba en una obra aledaña y le pilló cuando pasaba por la calle. Iba a la furgoneta a algo. Es increíble la mala suerte que ha tenido", se lamenta el alcalde.

Explica el primer edil también que el día de la explosión Javier estaba solo pero que normalmente trabajaba con un cuñado que no pudo acompañarle porque se encuentra confinado por el Covid 19.

"Cuando salió la explosión en las noticias, la familia, como sabía que estaba trabajando por la zona, comenzaron a llamarlo y no cogía el teléfono. Hasta que supieron que estaba en el anatómico forense. Nos enteramos sobre las ocho de la tarde", cuenta Alberto Tostado.

Javier Gandía, que se dedicaba a pequeñas reformas y chapuzas, era muy conocido en La Puebla de Almoradiel. Colaboraba con la asociación de fútbol infantil de la localidad, donde juega su hijo, y formaba parte de la peña madridista El Cigüela.

Este jueves por la mañana se le ha realizado la autopsia en el Anatómico forense y su familia, en "estado de shock", espera ahora que sus restos mortales sean trasladados a Puebla de Almoradiel para poder darles sepultura.

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