Conmoción en Tineo por la muerte del ganadero jubilado atrapado bajo su tractor: "Estas tragedias marcan mucho"
El vecino, de 77 años, falleció en una finca cercana a su casa, en la localidad de Santa Marina, a la que fue a llevar desechos tras limpiar una cuadra
Hasta el lugar del suceso también se trasladó la Policía Judicial de Pravia, que realizó la inspección ocular del lugar, activando el protocolo para el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo. Previamente, a las 16.50 horas, el Instituto Armado había sido informado de "la existencia de una persona atrapada debajo de un tractor en Tineo, encontrándose posiblemente fallecida". Tras personarse en el lugar la patrulla, "se constató" el fatal desenlace. Para sacar el cuerpo del fallecido, los bomberos de Tineo tuvieron que levantar el pequeño vehículo agrario, que permanecía intacto, sin haber volcado.
La persona fallecida se encontraría realizando labores en el interior de una finca de su propiedad cuando se produjo el suceso. El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pravia desplazado al lugar realizó la inspección ocular del lugar, activándose el protocolo para el levantamiento del cadáver y su traslado hasta el Instituto de Medicina Legal de Oviedo. La principal hipótesis que se maneja es que se produjese un rocambolesco accidente en el que el ganadero jubilado se bajó de su tractor y este, por razones que se investigan, avanzase solo hasta arrollarlo y dejándolo atrapado bajo el mismo. Aun así, nadie en la zona se explica cómo pudo suceder algo así en un terreno que no tiene grandes complejidades.
Jenaro Fernández, de casa Gandul de Santa Marina, dedicó toda su vida a la ganadería de producción de leche, un trabajo que tuvo continuidad con uno de sus dos hijos, Sergio Fernández, que cogió las riendas de la explotación y fue ampliándola. Su padre era un apoyo para él, ya que le seguía echando una mano con algunas labores de la ganadería. “Era una persona discreta, no quería protagonismo para nada”, cuenta su hijo, que lamenta el trágico final de su padre: “No tenía que morir así”.
En el pueblo de Santa Marina solo hay tres casas habitadas y no llegan a la decena de habitantes, pero tienen muy próximas otras localidades, cuyos vecinos se mostraban conmocionados porque todos se conocen. “La zona está conmocionada, era un paisano muy activo”, asegura un vecino, que se pregunta cómo después de toda una vida trabajando en el campo -“seguramente en alguna ocasión arriesgando más de la cuenta, como hacemos todos", matiza- al final fue a sufrir un accidente en un sitio sin gran pendiente, al lado de casa y con un tractor pequeño. "Es algo que no tiene explicación”, sentencia.
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