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En la España del PP, también: “Al obrero y al gorrión, perdigón”
09/septiembre/2012 "El Plural"
Sheldon Andelson es el magnate de los
casinos, el 14º hombre más rico del mundo, el hijo del taxista que llegó
a multimillonario, un ‘self made man’, un mito de EEUU. Andelson odia a
los sindicatos. No quiere ni oír hablar de ellos. Le repugnan.
Se le nota mucho a este tipo -un personaje en apariencia de novela
negra- que es un ultraderechista. La moda reaccionaria, que viene de
lejos, es vilipendiar a los sindicatos hasta lograr enterrarlos, como
intentaron hacer Margaret Thatcher y ahora Esperanza Aguirre, junto a
políticos y periodistas de la derecha extrema internacional.
El PP es nada partidario de la existencia de UGT y CCOO, aunque formalmente, más o menos, lo niegue.
Al magnate le irritan los sindicatos
Rechazan los poderosos que las leyes sociales atenúen al menos a los más débiles. Pero los sindicatos defienden a los trabajadores. Eso le irrita al magnate, que financia con enorme abundancia de dólares a los políticos de la derecha norteamericana, en su mayoría gente muy rica, como lo fueron Bush padre y Bush hijo, y en la actualidad el candidato conservador Mitt Ronmey, un empresario convenientemente forrado.
Diez años todavía
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, fue quien anunció el acuerdo conseguido -entre Su Majestad del Ocio y del Juego y el Gobierno Rajoy- respecto a Eurovegas. García-Legaz, un neoliberal al frente de FAES hasta que Luis de Guindos, otro aznarista, lo fichara para su Ministerio, estaba eufórico. Eludió decir que, en todo caso, la crisis es un factor que inquieta al magnate y que pudiera frenar el proyecto. Por cierto, quedan diez años todavía por delante hasta culminar la obra. Veremos que ocurre.
Flexibilidad laboral
El pregonero subrayó que el sí de Andelson avalaba las reformas del Gobierno como necesarias y que todo este asunto era más bien maravilloso. Como algo positivo el secretario de Estado dijo también que “Andelson sólo ha pedido “flexibilidad laboral”, sólo”. O sea, que los despidos de trabajadores se hagan con el mínimo coste para la empresa. Menos aún. Gratis. Así es la España de Rajoy, bastante parecida a la de la Restauración.
“Al obrero y al gorrión, perdigón”.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
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