COMENTARIO DEL DIARISTA.
Víctimas laborales
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Fallece el segundo trabajador afectado por el amianto en el Metro de Madrid
La empresa planea invertir 140 millones de euros hasta 2025 para eliminar el amianto
19 Noviembre 2018
El primer trabajador al que se le reconoció la enfermedad profesional por su exposición al amianto en el Metro de Madrid, Julián M. R., de 60 años, ha fallecido, según han confirmado a este periódico en la compañía pública de transportes. Así, son ya dos los casos mortales de operarios del suburbano por su exposición prolongada a este mineral altamente tóxico cuyo uso está prohibido en España desde 2003.
El pasado 25 de mayo murió Antonio M. C., oficial de mantenimiento de ciclo corto durante casi tres décadas. Hay otros dos empleados de la plantilla a los que se les ha confirmado oficialmente que padecen patologías pulmonares por esta misma circunstancia.
Julián M. R. comenzó a trabajar en 1979 en mantenimiento del Metro de Madrid, como mecánico de material móvil, y permaneció toda su vida laboral en la empresa. Su familia denunció el pasado mes de febrero que durante años trabajó manipulando elementos con amianto "sin protección, utilizando sólo unas mascarillas de las que se compran en la droguería".
Como consecuencia de la enfermedad profesional este operario estuvo en situación de incapacidad temporal desde junio de 2017 hasta que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció la incapacidad permanente el 12 de marzo de este año, previo informe de un equipo de valoración de incapacidades. En junio presentó una demanda ante los Juzgados de lo Social para reclamar al suburbano una indemnización de 395.602 euros, informa Efe.
Por este caso, la Inspección de Trabajo del Ministerio de Empleo multó al Metro con 191.000 euros por un incumplimiento "muy grave" de la normativa de seguridad en relación con el amianto aún presente en la red. Paralelamente, la Fiscalía de Madrid abrió diligencias ante la posibilidad de que no se hubieran "adoptado las medidas suficientes para evitar la exposición", un procedimiento todavía en curso.
La dirección del suburbano puso en marcha en marzo un plan para eliminar los restos de esta sustancia tóxica en un mínimo de 72 trenes y un máximo de 96, así como en 53 estaciones. La dotación prevista es de 140 millones de euros hasta 2025
Fuente: EL MUNDO
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