Plagas urbanas y salud pública.
El programa de control contra cualquier plaga deberá contar normalmente con cinco niveles de
intervención:
• Estudio detallado e inspección
• Planificación de las
actuaciones (proyecto)
• Medidas de control de plaga.
• Supervisión y evaluación
•Mantenimiento
El actual marco legal
Recopilamos los artículos principales de esta directiva europea:
• Teniendo en cuenta los posibles riesgos derivados del uso de los plaguicidas, el público en general debe estar mejor informado de los efectos globales del uso de plaguicidas, mediante campañas de sensibilización, información difundida a través de los comerciantes, y otras medidas adecuadas (artículo 10 capítulo IV)
• El uso de plaguicidas puede ser particularmente peligroso en zonas muy sensibles, como son los espacios Natura 2000 protegidos en virtud de las Directivas 79/409/CEE y 92/43/CEE. En otros lugares, como parques y jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, áreas escolares y de juego infantil, así como en las inmediaciones de centros de asistencia sanitaria, los riesgos derivados de la exposición a los plaguicidas son grandes. En esos lugares debe minimizarse o prohibirse la utilización de plaguicidas. Cuando se utilicen plaguicidas deben preverse medidas adecuadas de gestión del riesgo, así como concederse prioridad a los plaguicidas de bajo riesgo y a las medidas de control biológico (artículo 16).
• Es necesario medir los avances conseguidos en la reducción de los riesgos y de los efectos negativos para la salud humana y el medio ambiente derivados del uso de plaguicidas. Son medios apropiados los indicadores armonizados de riesgo que se establecerán a nivel comunitario. Los Estados miembros deben utilizar estos indicadores para la gestión de los riesgos a nivel nacional y para fines de información, mientras que la Comisión debe calcular los indicadores para evaluar los avances a nivel comunitario. Se deben utilizar los datos estadísticos recogidos con arreglo a la legislación comunitaria. Los Estados miembros deben poder utilizar, además de indicadores comunes armonizados, sus indicadores nacionales (artículo 20).
Medidas para minimizar el riesgo
Durante las dos ultimas décadas se han detectado grupos de personas intoxicadas por fumigaciones en espacios públicos; especialmente en el interior de edificios, zonas urbanas o zonas verdes donde hay una población residente o usuaria importante dejándoles secuelas irreversibles como es el síndrome de sensibilidad químico múltiple (SQM). Personas de este colectivo han realizado denúncias de fumigaciones reiteradas en su municipio que afectan a su precaria salud y las cuales además se han realizado sin el aviso previo que habían solicitado. Se estima que más del 70% de los diagnosticados por el SQM enfermaron después de estar expuestos a fumigaciones ambientales. Tambien se ha denunciado a la administración por las fumigaciones terrestres en parques urbanos con plaguicidas como el insecticida sistémico Duloc e incluso el malation (prohibido en toda la UE a partir del 2009). En el caso de las quejas por las fumigaciones aéreas la administración ha argumentado su intención de sustituir el gasóleo por aceite vegetal, pero no hay certeza alguna de este posible compromiso ya que por ahora es perfectamente legal fumigar los bosques con plaguicidas con gasóleo. Habitualmente, tampoco se avisa sobre las zonas que serán fumigadas.
Actualmente, se está elaborando el Libro Blanco de control de plagas en áreas públicas forestales y urbanas, con informaciones y pautas a seguir para que no se infrinjan las normas por parte de las empresas y administraciones involucradas en el tratamiento de plagas.
Actualmente, se está elaborando el Libro Blanco de control de plagas en áreas públicas forestales y urbanas, con informaciones y pautas a seguir para que no se infrinjan las normas por parte de las empresas y administraciones involucradas en el tratamiento de plagas.
Dramática imagen de la fumigación en una vivienda
La reducción del uso de plaguicidas en la UE está en marcha pero, lamentablemente, queda aún una larga lista de substancias por eliminar y sustituir. Hay que exigir el cumplimiento de la legislación en la aplicación de químicos tóxicos, así como reclamar la reducción responsable de estos como única forma para evitar la contaminación ambiental y los riesgos para la salud publica. Los efectos del uso abusivo de productos químicos tóxicos a veces sólo es posible valorar con una perspectiva dilatada en el tiempo. Las personas con el síndrome de sensibilidad química múltiple cuyos cuerpos empeoran gravemente en presencia de dosis mínimas de plaguicidas en el entorno son la alarma que nos advierte sobre la necesidad de adoptar soluciones drásticas para la reducción de productos químicos. Es imprescindible que la administración avise siempre a la población usuaria cuando se fumiga espacios públicos y además incentive que utilicen los productos menos nocivos existentes.
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