Si el pasado día 6 de enero Guadalajara tenia el macabro honor de inagurar los siniestros laborales con muerte del trabajador, hoy volvemos a estar en cabeza de siniestros laborales, y van tres años seguidos.
Sólo mejor que Baleares
CyLM, la segunda comunidad con mayor siniestralidad laboral
Francisco J. Otero
Ciudad Real
Fuente :"Lanzadigital"
Castilla-La Mancha sigue a la cola de una estadística más que
preocupante: la siniestrabilidad laboral. Los datos del Ministerio de
Empleo y Seguridad Social, además de los de la Junta, que acaba de
publicar el “Informe sobre siniestrabilidad laboral 2016” no permiten
ser muy optimistas. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo coloca a Castilla-La Mancha, con datos que van de diciembre de
2015 a noviembre de 2016, como la segunda peor comunidad autónoma, con
un índice de incidencia de 4,072, sólo superado por los 4.81 de
Baleares. Con los datos de la Junta, este año el índice ha terminado en
4,38.
El índice se obtiene dividiendo los accidentes por la población afiliada y multiplicándolo por 100. Madrid es la comunidad que mejor parada sale, con un índice de 2,73 según los datos ministeriales.
En Castilla-La Mancha se produjeron 23.056 accidentes laborales el año pasado, de los cuales 22.846 fueron leves, 175 graves y 35 mortales. Por sectores, el 10% fueron agrarios, el 21,5% se concentraron en la industria, el 11,4% en la construcción y un 57% en servicios.
CCOO dará una rueda de prensa hoy en Toledo con datos pormenorizados de cada una de las provincias, un dato que no se ofrece en los informes del Ministerio ni de la Junta. La secretaria regional de Salud Laboral del sindicato, Raquel Payo, explicó que “la situación es muy mala, cada vez vamos a peor y lo hacemos rápidamente”.
Por su parte, el coordinador autonómico de Prevención de Riesgos laborales de CSIF, Carmelo Gómez explica que
“Guadalajara sigue siendo la peor provincia de España en términos de siniestralidad laboral.
Ciudad Real está un poco mejor que la media regional, pero mal si lo comparamos con el resto de España”.
Gómez señala que “no hemos sido capaces de siniestrabilidad a los responsables públicos de que la inversión en prevención es ahorro. Calculamos que por cada euro que se invierte, se ahorra ocho en bajas laborales, gastos médicos, etc.”.
Además, Carmelo Gómez cree que los datos “son aún peores. Hay bajas comunes que en realidad son bajas laborales y se enmascaran unas cifras sangrantes. Es cierto que tenemos pocos recursos, pero es que, además, los utilizamos mal. Es necesario invertir en inspectores y dotarles de los medios y la organización necesaria para hacer su trabajo”.
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