Fuente "El Confidencial"
Durante
el año 2016 murieron en España 607 personas mientras estaban trabajando
o se dirigían a su puesto de trabajo. De ellas, más de un tercio
sufrieron un infarto o un derrame cerebral, el único accidente de tipo no traumático que contemplan las estadísticas. Son los grandes olvidados de la siniestralidad laboral.
En total, 219 personas
fallecieron debido a esta circunstancia, ligada al estrés y la
organización de trabajo: “La relación entre el estrés y las enfermedades
coronarias está ampliamente demostrada, y ya es una de las principales
causas de baja y problemas laborales”, señala Carmen Marroquí, médica
especialista en medicina del trabajo.
A diferencia de los accidentes traumáticos, las psicosociales no han disminuido en los últimos 10 años
Infartos
Traumáticos
A
diferencia de los variables datos de siniestralidad laboral traumática,
el porcentaje de fallecimientos por motivos psicosociales se ha
manteniendo estable durante los últimos años. De hecho, en los años de
menor siniestralidad, relacionados con el paro y el descenso de actividad en la construcción, este tipo de muertes llegó a representar casi la mitad de las fallecimientos laborales.
La razón es que las empresas les dedican peor prevención,
comparados con los accidentes más aparatosos y visibles. “Los riesgos
psicosociales siempre han estado en un segundo plano porque las empresas
se han centrado más en la seguridad para prevenir los accidentes
traumáticos”, apunta la doctora, que estima que en 2020 la primera causa de baja laboral será el estrés.
Están muy infradiagnosticados porque es más difícil demostrar la exposición a estos riesgos
Además, la dificultad de valorar cuándo un infarto o derrame es consecuencia de un problema laboral, unida a que este puede no producirse en el sitio de trabajo,
aunque sea su causa, hace que la cifra pueda ser mucho mayor. “Están
muy infradiagnosticados porque es más difícil demostrar la exposición a
estos riesgos. Además, el estrés no está contemplado como enfermedad
laboral y depende de la interpretación que haga cada
persona; para mí puede ser estresante algo que para otra persona no lo
es”, señala Marroquí. A la hora de sufrir este tipo de desenlace fatal,
pueden influir factores como el ambiente de trabajo, su objetivo, las
condiciones o cuestiones más personales como la capacidad de cada
empleado o la sensibilidad.
El sistema es perverso, es la misma empresa la que estima si la baja es por motivos laborales
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo considera que la siniestralidad laboral es un “reflejo de las condiciones de trabajo”
y que todos los accidentes son evitables: “En algunos casos, las
estrategias necesarias para evitarlos serían puramente organizativas, en
otras circunstancias intervendrían estrategias de coordinación o
técnicas”.
Muertes por tipo de accidente
Infartos y derrames cerebrales
Accidente de tráfico
Quedar atrapado, ser aplastado, sufrir una amputación
Como resultado de una caída
Otras causas
Choque o golpe contra un objeto en movimiento, colisión
Ahogamiento (en agua)
El
96,1% de los trabajadores españoles considera que perciben riesgo
físico en su entorno laboral, una cifra con la que España lidera el
'ranking' europeo junto a Finlandia. Sin embargo, solo un 70,4% aseguró apreciar riesgos psicosociales, por debajo de la media europea.
Aumento desde la reforma laboral
Los
accidentes mortales son los únicos siniestros que han disminuido
respecto al año anterior, sobre todo porque el año pasado la cifra se
elevó debido a los 45 españoles fallecidos en el accidente de Germanwings, muchos de ellos en viaje de trabajo.
Las
cifras de siniestralidad, aunque lejanas al millón que rondaban hace
una década, están recuperando las cifras anteriores a la crisis desde
2013, en parte porque ha aumentado la ocupación. Sin embargo, desde los
sindicatos culpan también a la calidad de empleo que
caracteriza el panorama laboral. “El aumento de la siniestralidad está
directamente relacionado con la reforma laboral de 2012, porque hay más
contratos temporales, donde la formación es peor”, señala Marcos Romero,
coordinador de Salud Laboral de UGT. En 2015, casi 170.000 personas con
régimen de trabajo temporal tuvieron un accidente.
Así se produjeron las lesiones
Sobreesfuerzo físico, trauma psíquico, radiaciones, ruido, luz presión
Choque o golpe contra objeto inmóvil (trabajador en movimiento)
Choque o golpe contra un objeto en movimiento, colisión
Accidentes de tráfico
Contacto con agente material cortante, punzante, duro
Contacto con corriente eléctrica, fuego, temperatura, sustancias peligrosas
Quedar atrapado, ser aplastado, sufrir una amputación
Mordeduras, patadas, etc. (de animales o personas)
Otra forma o contacto no incluido en los anteriores apartados
Infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales
Ahogamiento, quedar sepultado, quedar envuelto
Detrás
de ese dato se encuentran historias como la de Floreal Sánchez, un
plegador que trabajaba desde hacía tres meses en una empresa de perfiles
metálicos para puertas cuando un compañero le pilló la mano con la
máquina. El sistema de seguridad estaba roto y le machacó dos dedos y el tendón de la mano.
Tenía un contrato temporal y ninguna formación en ese puesto. “Fue una
negligencia porque no saltó el mecanismo de seguridad, pero aun así me
despidieron”, asegura.
Peor suerte corrió Joaquín Romero, un
eventador al que se le cayó encima un molde de rueda de acero de cinco
toneladas. Trabajaba subcontratado desde hacía ocho meses en una planta
de Michelin en Vitoria y no se pudo hacer nada por salvarle la vida. “Se
veía venir, los trabajadores de la subcontrata no tienen la misma
formación que los que trabajan directamente para Michelin y los mueven
de un puesto a otro sin ninguna formación; les sueltan en la máquina y
que se busquen la vida”, explica Jon Corso, presidente del comité de
empresa de la planta.
Desde UGT, señalan también una relación entre la precariedad y los accidentes 'in itinere',
aquellos que se producen de camino o vuelta del trabajo: “Mucha gente
compagina varios trabajos, lo que aumenta el riesgo de sufrir un
accidente cuando se va de uno a otro”.
Lugar del accidente
2016
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
La industria que presenta mayor cantidad de accidentes es la manufacturera,
especialmente la alimentaria, seguida de producción de productos
metálicos. Sin embargo, en cuanto a sectores, son los servicios los que
suman más siniestros, especialmente los carteros, los cuidadores de
residencias de ancianos, transportistas y limpiadores. En general, las
partes más afectadas suelen ser las extremidades superiores, con las que
se manipulan herramientas y máquinas de trabajo.
Cifras cuestionables
Para
los sindicatos, la cifra del medio millón de accidentes al año puede
quedarse corta, debido a la limitación en lo que se considera enfermedad
laboral. “Según la Universidad de Granada, hay 9.500 muertes de cáncer por motivos laborales, pero no se reconocen como enfermedad laboral, igual que ha pasado con el amianto”, explica Romero.
Además, desde CCOO denuncian que la valoración de lo que es enfermedad común o laboral es partidista.
“El sistema es perverso, es la misma empresa la que estima si la baja
es por motivos laborales o por una enfermedad común, y prefieren esta
última porque no tienen que tomar medidas de prevención”, denuncia José
Manuel Murcia, secretario federal de Salud Laboral de CCOO.
Como solución, proponen que sean agentes neutrales los
que establezcan cuándo una baja tiene una motivación laboral, ya sea
por los médicos de familia o por equipos multidisciplinares con
especialistas en medicina laboral. “Nos queda mucho por hacer”, reconoce
Marroquí.
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