Muere un temporero en Santa Ana en el incendio de una nave
El hombre, natural de Malí, quedó atrapado en el cuarto de baño del inmueble
La inmigración vinculada con la aceituna en toda su crudeza. El incendio de una nave habilitada como vivienda de temporeros causó la muerte a un varón, originario de Malí, mientras que otro requirió asistencia sanitaria por inhalación de humo y por una crisis de ansiedad. Las llamas se declararon en torno a las cinco y cuarto de la tarde en un inmueble situado junto al Camino de la Carraca, en la aldea de Santa Ana. Pero la tragedia pudo ser mucho peor. Según el servicio de emergencias 112, en el momento del percance había en la edificación cuatro personas, aunque solían vivir en él casi veinte. Como pudo saber Diario JAÉN, todo apunta a que el fuego se declaró junto a unos sofás, aunque las causas concretas no han trascendido. La víctima se había refugiado en el cuarto de baño. A pesar de que fue traslado en ambulancia a Urgencias del hospital alcalaíno, llegó con parada cardiorrespiratorio y no respondió a las maniobras de reanimación. Las fuentes indican que el trabajador había llegado al municipio la noche anterior.
Las llamas fueron de tal magnitud que causaron una explosión e hicieron que se viniera abajo la techumbre, de manera que los daños materiales son muy cuantiosos. Hasta el lugar, aparte de sanitarios, se desplazaron los Bomberos, la Policía Local y la Guardia Civil. La construcción quedó precintada a la espera de que la Policía Judicial acuda esta mañana para inspeccionarlo y continuar con la investigación. El suceso ha causado conmoción en Santa Ana y Alcalá, en particular entre la comunidad inmigrante. En la nave vivían subsaharianos de varias nacionalidades. Un compatriota que residía allí se encargó de comunicar a la familia la defunción. Los compañeros se reubicaron en otras casas. El cadáver fue trasladado a Jaén para que se le practicara la autopsia. Todavía no se sabe cuándo será la repatriación.
El lugar se usaba para albergar temporeros desde hace varias campañas. Hasta allí se desplazó la propietaria, una vecina santanera, así como otros residentes en el anejo, el pedáneo y trabajadores de una industria maderera cercana. El inmueble, a pesar de ser una nave, se encuentra dividido en habitaciones distribuidas por dos plantas. La extinción fue relativamente rápida y a las seis ya no salía humo al exterior. Los agentes se encargaron de sacar del interior bombonas de butano.
El jueves por la noche, horas antes del fatal incendio, se celebró una concentración convocada por IU para pedir la apertura del silo y otras soluciones que eviten que los temporeros extranjeros duerman en la calle. En el acto, inmigrantes denunciaron casos de salarios por debajo de convenio y otras situaciones de explotación.
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