La muerte, calcinado por el fuego, de un joven marroquí de 23 años reaviva el incómodo debate sobre el «sinhogarismo» de miles de trabajadores agrícolas en Huelva
La víctima había llegado hace menos de un mes al asentamiento de Palos, atraído por la posibilidad de trabajar en la recolecta de frutos rojos.
El Viceconsejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Antonio Sanz, confirmó a los medios de comunicación que el joven había muerto «calcinado por el fuego».
Sanz, que sí admite la relación entre la elevada demanda de mano obra agrícola y la existencia de los asentamientos, niega, sin embargo, que la tragedia tenga vinculación con el chabolismo laboral.
La provincia de Huelva llega a albergar a varios miles de jornaleros hacinados en las infraviviendas de los asentamientos chabolitas.
Huelva, 15 de diciembre de 2019. La muerte ayer sábado de un joven de 23 años de edad en el incendio -uno más- de un asentamiento de trabajadores migrantes sin hogar en Palos de la Frontera (Huelva), ha vuelto a poner sobre la mesa la incómoda realidad del chabolismo laboral que distorsiona la idílica imagen socioeconómica del sector agrícola de la provincia.
Según ha podido confirmar La Mar de Onuba de fuentes cercanas a las otras víctimas del incendio (las que han visto cómo una vez más sus infraviviendas y escasos objetos y enseres personales eran pasto de las llamas), el fallecido es un trabajador marroquí llegado desde su país al asentamiento hace poco más de un mes (aunque un dirigente sindical ha aumentado en declaraciones a EFE a un año su estancia en España). Atraído por el efecto llamada de un trabajo asegurado en la agricultura onubense, especialmente en las de los berries,(fresas, arándanos, moras…) y de los cítricos. A la hora de editar este artículo, ninguna de las fuentes oficiales consultadas ha sabido precisar si se ha podido identificar al joven, ubicar su origen, conocer su situación legal en España , o si se ha notificado ya su muerte a los familiares. Toda la información es fría e imprecisa.
Tampoco se sabe mucho más que la edad de la mujer de 43 años que ha precisado ser trasladada a un centro hospitalario, y de otras dos personas afectadas por las llamas con heridas leves. En total, y según ha informado Cruz Roja Huelva, la zona calcinada ha afectado a las chabolas de unas 20 personas. De ellas, varias se han reubicado en el municipio con amigos, porque los habitantes de los asentamientos son, a efectos prácticos, vecinos del pueblo, y tienen amistades en el mismo. Otras «pasarán la noche en otras chabolas», solidaridad y compañerismo entre los habitantes de los asentamiento. Cruz Roja trabajaba ayer para reubicar a las restantes. A no ser que, como ocurrió en Lepe en octubre pasado, alguna autoridad tome medidas en contrario, la experiencia de años en este tipo de «incidentes» en los asentamientos de trabajadores sin hogar indica que los afectados volverán a levantar sus chabolas. O pagarán a alguien con experiencia. Es sabido que en torno a las urbanizaciones de infraviviendas hay una industria de construcción y reconstrucción de chabolas, nutrida de materiales (palés de madera, cartones y plásticos, muchos plásticos) por los propios empresarios que dan trabajo en sus fincas a la mayoría de esta población flotante y directamente vinculada a la agricultura onubense.
siniestro laboral
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