El trabajo decente es el objetivo 8 de la agenda 2030 de Naciones Unidas (ONU). Y dentro de ese punto el 8.7 se refiere de forma específica a la alianza mundial oficial o Alianza 8.7 para erradicar el trabajo infantil. En este caso el límite temporal no es 2030 sino que se avanza a 2025 y no se piensa en un aplazamiento por motivos de pandemia. De hecho, en 2020 ya ser percibió un aumento del trabajo infantil en todo el mundo como consecuencia de la pérdida de ingresos de los hogares.
En 2020 el lema fue: ‘COVID-19: Protejamos a los niños contra el trabajo infantil, ¡ahora más que nunca!’. El impacto económico y laboral de la pandemia ponía el foco en los 152 millones de niños en situación de trabajo infantil de los que 72 millones se estimaba que realizan trabajos peligrosos.
Año internacional para la eliminación del trabajo infantil
Pasó 2020 y dio paso a 2021, manteniendo aún la situación pandémica global y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recibió el mandato de facilitar la organización y puesta en práctica del año internacional para la eliminación del trabajo infantil. Además de una campaña virtual en la que se llama a actuar, inspirar y ampliar las acciones destinadas, en todo el mundo, para erradicar el trabajo durante la infancia la OIT y UNICEF publican el informe conjunto, ‘Child Labour: 2020 Global estimates, trends and the road forward’, que incluye las estimaciones sobre la situación laboral de los niños en todo el mundo.
Desde la ONU, UNICEF y la OIT se busca llamar la atención global sobre los efectos directos que tiene en la infancia acceder al trabajo muchos antes años antes de llegar a la edad: educación interrumpida con la consecuente pérdida de posibilidades tempranas de desarrollo del conocimiento; asumir las cargas familiares por las pérdidas de ingresos en el hogar; asumir las responsabilidades familiares por enfermedad de los adultos a cargo.
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