Clavijo, empleado del Hospital de Jerez, reconocida como accidente laboral
Una sentencia del Jugado de lo Social número 3 de Jerez reconoce por primera vez como accidente de trabajo el fallecimiento por coronavirus del trabajador de la concesionaria de limpieza Clece
Lavozdelsur.com
Manuel Clavijo, uno de los trabajadores más veteranos del servicio de limpieza del Hospital de Jerez, con más de 30 años de experiencia a sus espaldas, falleció en abril de 2020 tras contagiarse de coronavirus mientras trabajaba. "Ver a tu padre entubado, a través del móvil, es muy duro, por las noches todavía se me viene esa imagen", contaba Jesús, su hijo, en declaraciones a lavozdelsur.es.
La viuda de Clavijo, para colmo, estuvo más de medio año esperando para cobrar la pensión de viudedad, reconocida por contingencia común y no por accidente laboral, como venía reclamando desde entonces la familia, que interpuso denuncia ante la Inspección de Trabajo y en el Juzgado de lo Social. "La empresa no adoptó ninguna medida con el fin de evitar el riesgo derivado del trabajo, patología que le provocó la muerte", recoge la denuncia, a la que ha tenido acceso lavozdelsur.es.
Ahora, una sentencia del Jugado de lo Social número 3 de Jerez, reconoce por primera vez en España como accidente de trabajo la muerte por covid de Manuel Clavijo, en un proceso en el que la familia del fallecido ha sido representada por el graduado social jerezano Antonio Ortega, de grupo Laborum. El Juzgado considera probado que se trató de un accidente laboral, y ordena que así sea tratado el caso a todos los efectos, pese a la oposición inicial de la Seguridad Social y la mutua a la que pertenecía el fallecido.
Posdata: Prueba de con quien están las mutuas y muchas veces la seguridad social, en este caso la ostia se la lleva económicamente la mutua y moralmente la S.S por apoyarla.
Los hechos se produjeron en marzo de 2020, cuando el ahora fallecido trabajaba para la empresa Clece en los servicios de limpieza del Hospital de Jerez. La sentencia considera probado que entre el 2 y el 11 de marzo de ese año prestó servicio en varios servicios del centro sanitario, incluidas las consultas externas, causó baja laboral el día 18 de enfermedad común por nasolaringuitis aguda, y el día 22 ingresó en la UCI con un parte médico de “infección debida a coronavirus”. El hombre falleció el 19 de abril.
La sentencia considera acreditado que “ninguno de los familiares del fallecido contrajo el coronavirus en esas fechas, mientras que en el hospital de Jerez, a fecha de 15 de marzo de 2020, todo el departamento de consultas externas de Dermatología, incluyendo médicos, enfermeras, auxiliares y secretarias, estaban afecto a la enfermedad“, y añade que al valorar este caso “no puede desconocerse el marco temporal y cronológico” del caso, ya que la pandemia estaba comenzando y no se habían activado todavía los protocolos especiales de limpieza y protección, que se pondrían en marcha a finales de abril.
El fallo recuerda que, en ese momento, el periodo de incubación del coronavirus “era de entre 7 y 10 días”, y que “el actor causó baja el 18 de marzo cuando el 11 había estado limpiando en consultas externas, donde cuatro días más tarde se declaró el brote en todo el departamento de Dermatología”. Por todo ello, considera que el caso puede enmarcarse dentro de la jurisprudencia previa según la cual “son constitutivas de accidente de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y lugar de trabajo o agravación de las lesiones preexistentes” y ordena que esta muerte se considere accidente laboral a todos los efectos.
Manuel Clavijo, como se conoció en su momento, estuvo desarrollando labores de limpieza en el área de Dermatología de Consultas Externas del centro hospitalario jerezano, donde se detectaron hasta ocho positivos entre el personal, médicos, enfermeros, auxiliares y el equipo de administración. Poco después de la detección de este brote le empezó a subir la fiebre y lo mandaron a casa. Cuando volvió al Hospital, donde llevaba trabajando desde finales de los 80 del siglo pasado, fue para ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde permaneció algo más de un mes, y de la que no pudo salir con vida.
"Fue muy duro", recordaba su hijo, Jesús, a este periódico. Durante el mes que su padre estuvo ingresado en la UCI del Hospital que tantas veces recorrió para limpiar hasta el último rincón, pudieron hablar unos pocos minutos cada día, por videollamada. "Fue muy difícil todo. El hecho de esperar la llamada del médico sin saber cómo había pasado la noche, no poder despedirte... En el entierro estuvimos sólo tres personas. No le deseo a nadie lo que pasamos, ese mes estuvimos fatal".
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