Si un ciudadano
español quiere comprobar empíricamente el nivel de hipocresía política
que el partido de izquierdas, que se presenta como alternativa de poder
en España, ha alcanzado tras tres décadas de democracia, sólo hace falta
que ponga un poco de atención en la diferencia existente entre el trigo
que reclama desde el púlpito, cuando le toca hacerlo desde la
oposición, y el que luego reparte de manera efectiva, contante y sonante
y grano a grano, cuando lo hace desde el poder.
Uno de los discursos más queridos de estos ejemplares hombres de
izquierda es el de las privatizaciones. Una práctica que realizan a
diestro y siniestro en cuanto están en el poder y que anatemizan en
cuanto la horrenda y cavernícola derecha pretende, sin ninguna
vergüenza, seguir su ejemplo.
No es necesario hacer la relación de grandes municipios a nivel nacional
o regional, en los que con la izquierda en el poder se han privatizado
servicios como la gestión del suministro de aguas, basuras,
alcantarillado… apoyados en el argumento de la eficiencia, la economía y
la defensa del bolsillo del contribuyente… Privatizar era de
izquierdas; siempre que ellos lo hicieran.
Eso sí, ponga un alcalde del PP al frente de un municipio y amague con
conceder la gestión del agua, de un aparcamiento, o de la limpieza
viaria a una empresa privada y ya está montada la mundial. Cuenca,
Alcázar, Toledo, Talavera… son buenos ejemplos, y de diferentes épocas,
de lo que cualquiera puede comprobar en otros cuantos cientos de
municipios.
Si en España existe una enseñanza privada subvencionada por el dinero
público en los niveles obligatorios, sea religiosa o laica, eso se debe a
que el PSOE en el poder en el año 1982 optó porque así fuera, cuando no
le obligaba otra cosa que no fueran intereses electorales, y que uno
sepa, en su programa actual no hay nada que diga lo contrario contra el
estatus adquirido y consolidado por encima de los centros públicos,
desde entonces por esos centros.
En el último año del gobierno Barreda los conciertos con la sanidad privada supusieron en número y euros, justamente el doble de lo que el año pasado la malvada Cospedal
les metió en los bolsillos. Privatizar, si uno oye predicar a uno de
estos, es un pecado capital de difícil perdón, pero en el que caen en
cuanto tienen oportunidad.
Cuando estos días saltó la noticia del agujero de más de un millón de
euros producido por un recaudador de impuestos "privado", mediante una
empresa "privada" que durante años ha gestionado su cobro en un buen
número de municipios de la provincia de Toledo, y uno ha contabilizado
la cantidad de años que los que se proclaman defensores de lo público
han tenido para acabar con algo tan socialista y solidario como una
recaudación de impuestos privada, no ha tenido otra que permitirse este
desahogo. ¡Hay que joderse!
¡ Hay que joderse ! , lo peor es que es verdad copón,es que es verdad, no comulgo con este señor ni con su aparente defensa de doña Cospedal y compañia que son con mucho quienes mas daño estan haciendo al sistema público, pero que se supone que tiene que hacer una persona de izquierdas cuando lee esto ¿mirar para otro lado? ¿silvar y bajar la cabeza? a ver que alguien me diga que coño haces.
¡¡ HAY QUE JODERSE !!
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