Desahucios que matan
La pérdida de la vivienda es un
drama y una vulneración de uno de nuestros derechos fundamentales. Sin
embargo, los desalojos y desahucios se han convertido en una rutina
insoportable que se sucede en nuestros barrios.
Y así lo demuestran los datos recogidos en las estadísticas del
Consejo General del Poder Judicial, que indican que entre 2008 y el
primer trimestre del 2015 se han iniciado en nuestro país alrededor de
600.000 procesos de ejecución hipotecaria.
Familias enteras, integradas a menudo por personas dependientes o
menores, se ven despojadas de sus casas sin ningún tipo de solución
habitacional ofrecida por parte de los poderes públicos. De hecho, entre
2009 y 2015, el gasto público de vivienda se ha reducido en los
Presupuestos Generales del Estado en más de un 50 por ciento, lo que
demuestra su preocupación por este asunto.
Nos encontramos por tanto ante un sistema que genera vulnerabilidad,
indefensión y pobreza, cuyas políticas benefician al poder del dinero de
los bancos y fondos buitres frente a los derechos de las personas.
Por todo esto, no sólo se nos priva de nuestro derecho a una vivienda
digna, también se nos asesina. Y es que desde que comenzó la crisis el
número de suicidios en España ha aumentado, según el Instituto Nacional
de Estadística. Por ejemplo, en 2013 se quitaron la vida 3.870 personas,
la cifra más alta de los últimos 25 años.
También, a través de la página #15MPedia podemos
encontrar un listado de suicidios producidos en nuestro país,
relacionados con desahucios y desalojos desde el año 2010 hasta la
actualidad: https://15mpedia.org/wiki/Lista_de_...
Tras estos datos se encuentran trágicas historias humanas, personas
con las que convivimos en nuestros barrios que sufren a causa de la
incertidumbre de su futuro. En Carabanchel hemos vivido recientemente el
caso de una compañera que ha tratado de quitarse la vida tras la
pérdida de su vivienda.
La historia de D. en Carabanchel
D. es una compañera de la Asamblea Popular de Carabanchel que
participa activamente en la comisión de Vivienda. Se encontraba en una
casa de alquiler junto con su hija, cuyo propietario tenía contratado un
préstamo hipotecario con Deutsche Bank al que no pudo hacer frente.
Tras este hecho y a pesar de los continuos intentos de negociación
por parte de nuestra compañera y de la Asamblea Popular de Carabanchel
con esta entidad bancaria, D. y sus hijos tuvieron que dejar el piso
hace unas semanas.
El pasado 14 de octubre del año pasado, se presentó un escrito
dirigido a Deutsche Bank en el que se formulaban una serie de demandas
encaminadas a dar una solución habitacional a nuestra compañera y su
familia. Entre ellas, se encontraban la concesión de la condonación de
la deuda contraída con esta entidad, que le reclama 11.000 euros por hacer uso de la vivienda; la formalización de un contrato de alquiler a un precio asequible, teniendo en cuenta que D. tan sólo percibe unos ingresos de 300 euros a través del REMI.
Deutsche Bank se negó a todas estas peticiones y también a entablar
una negociación que evitase dejar a una familia entera en la calle.
Este banco se trata de la primera entidad bancaria alemana, que cerró el
año 2014 con unas ganancias netas de 1.691 millones de euros, un 148 por ciento más respecto al año anterior. En definitiva, se ha negado no por una cuestión de falta de recursos sino de escasez de principios y compromiso social.
También, nuestra compañera intentó buscar alternativas a través de
los Servicios Sociales, tratando de conseguir un piso de emergencia.
Pero tampoco desde aquí llegaron las soluciones. Carabanchel es el
distrito más poblado de la capital pero los Servicios Sociales no están
dotados de los recursos necesarios para atender a todas las necesidades
de sus vecinos y vecinas. Se calcula que para que pudieran
desempeñar correctamente su labor, tendrían que trabajar con 500
expedientes al año, pero la realidad es que alcanzan a ser más de 1.600.
Ante la difícil situación, nuestra compañera D. acudió a su médico de
atención primaria para tratar su estado de salud y situación de
angustia y estrés. Ante la gravedad del estado que ella presentó, fue
derivada a Salud Mental para lo cual había una lista de espera de dos meses. Por lo que de nuevo, seguimos sin encontrar soluciones.
No podemos consentir que exista un sistema así. En el que las
entidades bancarias que son en gran parte responsables de la generación
de la crisis económica que atraviesa España, condene a las personas a la
exclusión con deudas perpetuas y desahucios. Un sistema en el que los
poderes públicos no sean capaces de ofrecer soluciones habitacionales
abocando a las familias a vivir en la calle, vulnerando así los derechos
humanos y las convenciones internacionales que el estado español ha
suscrito.
Tampoco podemos permitir que tengamos un sistema sanitario incapaz de
sanar a las personas porque existen listas de espera interminables con
citas que no llegan o que llegan tarde. Un sistema en el que las
personas se vean tan indefensas y desesperadas que decidan quitarse la
vida como solución a sus problemas.
Desde la Asamblea Popular de Carabanchel seguiremos luchando contra
un sistema así. Continuaremos respaldando a nuestra compañera para que
consiga salir adelante a través de la solidaridad y el apoyo mutuo.
Señalaremos públicamente a cada uno de los responsables de esta
situación. Y exigiremos que se pongan en marcha soluciones necesarias
cuanto antes.
Fuente: Comisión de Comunicación de Asamblea Popular de Carabanchel
No hay comentarios:
Publicar un comentario