Breve análisis del suicidio. Su presencia en el mundo y en España. Ha pasado a ser la primera causa de muertes violentas.
Causas que lo motivan y su relación con la crisis y los desahucios. Necesidad de planes de prevención.
Por Santi Ochoa
En el mundo se producen al año 815.000
suicidios, casi tres veces más muertos que por conflictos bélicos. Cada
40 segundos, un ser humano pone fin a su vida. La cantidad de suicidios
se corresponde en general con la influencia que la religión tiene entre
la población; hay más en los países del Este o de mayoría laica, le
siguen los países con mayoría protestante, católica y ortodoxa, siendo
estas dos últimas donde las cifran bajan ostensiblemente y por último,
los países musulmanes, donde apenas existe. Cada día 10 personas se
quitan la vida en España, que con casi 4.000 suicidas al año, tiene una
tasa de 8,3 por cada 100.000 hab., por debajo de la media europea (11,7)
y desde 1980 mantiene, con pequeñas subidas y bajadas, una tendencia
ascendente.
Los suicidios se contagian; cada vez que
una persona se quita la vida, crecen las posibilidades de que se
produzca un caso similar durante los días siguientes. Es “el efecto
Werther”, por el suicidio del protagonista de “Las penas del joven
Werther” de Goethe, de 1774 y que indujo a numerosos jóvenes de la época
a suicidarse de igual forma. Al mes siguiente de que se publicaran los
suicidios de Marilyn Monroe y Kurt Cobain, se incrementaron mucho los
suicidios. El gobierno revisó la forma de informar, consiguiendo que
descendieran. Hay que seguir las recomendaciones de la OMS de no
aparecer los suicidas en portada, no dar demasiados detalles y no
presentar al fallecido de forma sensacionalista como una persona
saludable o exitosa que inspirara compasión.
Entre Córdoba, Granada y Jaén existen
tres pueblos (Alcalá la Real, Priego e Iznájar) con la más alta tasa
(26,6) de suicidios de España. Dos de estos pueblos tiene más de 20.000
habitantes y no son deprimidos en absoluto y se producen igual por edad,
sexo, clase social o comportamientos previos; han visto el suicidio en
generaciones anteriores y lo han interiorizado como la única alternativa
para resolver un conflicto. Si ha habido familias con antecedentes
suicidas, sus probabilidades aumentan, pues son las más propensas. Se
dan casos de ahorcarse familias enteras en el mismo olivo a lo largo de
los años.
CRISIS y DESAHUCIOS
Aunque en España existen 4.300.000 pisos
vacíos, desde el inicio de la crisis se han efectuado 350.000
ejecuciones hipotecarias en España. Se trata de un auténtico terrorismo
de Estado, ejecutado por autoridades judiciales, banqueros y políticos.
Según la PAH, más de la mitad de las personas que se suicidan en España,
tienen que ver con su situación económica, pues todo empieza con la
pérdida del trabajo. Según datos de “Stop Desahucios”, la tercera parte
de los suicidios es resultado de estos desahucios, aunque una psicóloga
de apoyo a la PAH dice que no se puede hablar de una relación
causa-efecto directa, pues los datos del INE muestran poca coincidencia
de muertes por suicidio con los ciclos económicos. Decir que solo ha
influido la crisis económica es muy reduccionista, pues en 2010, tras
unos primeros años de crisis y recortes sociales, hubo la cifra más baja
de suicidas en 17 años. Además el INE incorporó a partir de 2011 los
datos de los Institutos de Medicina Legal que antes no se
contabilizaban, produciéndose desde entonces un aumento medio de más de
400 casos de suicidios anuales, sin los cuales se tendrían ahora unas
cifras parecidas a las de los últimos 20 años. La crisis económica y el
drama de los desahucios han provocado que los medios de comunicación
hayan roto el tabú de informar de casos concretos de suicido en España.
Hasta entonces solo se publicaban cuando la persona que decidía quitarse
la vida era muy conocida, pero no alguien anónimo.
PREVENCIÓN
Han aumentado los suicidios, pero cada
vez hay menos homicidios En España, de 2003 al 2013, los asesinatos se
han reducido a la mitad, pasando de ser el país con mayor tasa de
asesinatos de la Unión Europea a ser en 2015 uno de los tres países con
menos. Esta importante mejora social ha sido posible gracias a disponer
de un Estado más protector, un contexto donde reina más el orden, la
legalización del aborto pues los niños no deseados tienen el doble de
probabilidad de cometer crímenes y una población más envejecida (los
jóvenes cometen más crímenes).
Esta plaga silenciosa del suicidio
produce cada año más del doble de muertos que los accidentes de tráfico o
70 veces más que la violencia de género. Aún siendo desde hace años la
primera causa de muerte violenta de nuestro país, no hay datos sobre sus
causas ni el contexto en que se produjeron. El suicidio es una solución
definitiva a un problema transitorio y viene precedido muchas veces por
factores de riesgo, como la soledad (que es el verdadero verdugo) y la
depresión, muchas de las veces motivada por carecer de pareja, familia o
amigos. En lxs adolescentes se suma además el fracaso escolar, una
identidad sexual no asumida o haber sufrido abusos sexuales y agravados
por la baja tolerancia a la frustración de una generación que ha crecido
con todo dado. Detrás de cada suicidio consumado hay 20 intentos
fallidos, personas que lo intentan, incluso varias veces, pero al final
no mueren; son los llamados “suicidas frustrados” que no se alegran de
haber salvado la vida, sino que se deprimen por no haberlo conseguido.
El incremento de suicidios es de
suficiente magnitud para que las instituciones públicas implanten Planes
de Información y Prevención del suicidio como ya se hace en Europa, y
parecidos a lo que se hacen aquí contra el alcoholismo, el tabaquismo,
la violencia de género o los fallecidos de tráfico y que tan buenos
resultados han obtenido con el carnet por puntos, que en 2014 logró
reducirlos a la mitad y ha pasado de estar en primer lugar, a ser el
quinto de importancia de las muertes violentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario