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sábado, 17 de febrero de 2018

El amianto sigue matando trabajadores.

TRANSPORTE

La denuncia de un trabajador con cáncer destapó la presencia de amianto en el Metro de Madrid

Operarios del Metro realizan tareas de mantenimiento en la Línea 1. JAVIER BARBANCHO
Una denuncia interpuesta ante la Inspección de Trabajo del Ministerio de Empleo fue la que destapó la presencia de amianto en el Metro. En el escrito, al que ha tenido acceso EL MUNDO, la mujer de un operario al que le fue diagnosticado un cáncer de pulmón por la exposición a este material tóxico puso este hecho en conocimiento de la autoridad laboral para que lo investigara.
El bufete Oria, Pajares & Asociados Abogados, que ejerce la representación legal del caso y está especializado en este tipo de reclamaciones, advierte que «el conjunto de afectados puede ser numeroso». El suburbano está haciendo reconocimientos médicos a todos los empleados de la plantilla que hayan podido estar en contacto con dicha sustancia.
En su denuncia, fechada el 28 de octubre de 2017, la familia del hombre, destinado en los talleres de Canillejas, expone que Metro ha incurrido en una «infracción grave de las medidas de protección y seguridad en relación con el amianto y el resultado lesivo de las mismas que derivó en «el diagnóstico de carcinoma microcítico de pulmón». Esta patología, añade, fue calificada como «enfermedad profesional» por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Por ello, instaba a la Inspección de Trabajo a que girara una visita para determinar si se había producido alguna negligencia por parte de la compañía pública de transporte. Asimismo, solicitaba que se examinara «la posible concurrencia de un posible delito contra la seguridad de los trabajadores», que se levantara acta «disponiendo de las medidas sanatorias» y que, si procedía, se diera traslado de estos hechos al Ministerio Fiscal.
Un portavoz del Metro explicó este viernes que no se tiene constancia de la denuncia interpuesta por la familia del operario con cáncer, pero que la compañía «no ha sido multada» por estos hechos. Lo que sí deben hacer es elaborar un mapa con las ubicaciones de la red donde quedan aún restos de amianto y la estimación del tiempo requerido para su eliminación, tal y como precisan en el sindicato Solidaridad Obrera.
Los responsables del suburbano confirmaron el jueves a preguntas de este periódico la existencia de este material en dos modelos de trenes antiguos utilizados en las líneas 1, 6 y 9 que están siendo eliminados paulatinamente. Según señalan la sustancia tóxica se encuentra en el recubrimiento de «un pequeño componente eléctrico» situado en la parte inferior de los vagones al cual los viajeros «no tienen acceso», por lo que «no supone ningún peligro», mientras que se ha dado información a los operarios de mantenimiento para que sepan «cómo actuar» en el caso de tener que manipular estos dispositivos.

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