Mi sueño de Maquiavelo
Artículo del diarista.
Mi sueño de Maquiavelo.
Desvergonzado intento de un contestatario de decir su verdad.
“Yo sigo creyendo en la utilidad de distinguir entre la izquierda y la derecha, como en la de distinguir entre norte y sur”
Eduardo Sánchez 18 ENE 2016 - (Dos años de la creación de Podemos)
Dice así. “Soy de izquierdas. Siempre lo fui y es probable que siempre lo sea, porque, por mucho que uno quiera, a los 53 años ya no se cambia. Más vale aceptar que no estoy de moda: hoy, si uno es joven, lo que mola es decir que izquierda y derecha no existen y si uno es mayor, exhibir una de esas rutilantes biografías de saltimbanquis de nuestros ancianos y entrañables sesentayochistas, que han pasado del maoísmo o el anarquismo o el estalinismo de su impetuosa juventud al nacionalismo o la derechona de su vejez venerable. Lo cierto es que yo sigo creyendo en la utilidad de distinguir entre la izquierda y la derecha, como en la de distinguir entre norte y sur, y que, si algún día voto a la derecha, me saldrán ronchas por todas partes, incluido el culo. Dicho esto, añadiré que entiendo que un votante de izquierda confíe su voto, digamos, a IU o al PSOE; lo que no acabo de entender es que, a menos que lo haga con el legítimo propósito de brillar en sociedad, se lo confíe a Podemos.”
Suscribo casi todo de este comienzo de Cercas, un primer párrafo largo por necesidad pero que acaba mal, muy mal, demasiado generalista al meter en el mismo saco a IU y PSOE y duro de mollera con Podemos, veréis.
Soy de izquierdas y a mis 55 años ya no voy a cambiar, he tenido y tengo vida, me empareje muy joven, creamos una familia, luchamos por ella, trabaje muy duro muchas horas diarias para sacarla adelante durante años cuando había trabajo debajo de las piedras dos y hasta tres empresas al mismo tiempo, vida en suma dicen y espero seguir teniéndola muchos años, aunque ahora quizás este pagando ciertas necedades de joven, vida esta que me enseño algunas cosas, una de ellas es que una cosa es la política y otra los ideales políticos.( politics y policy, podría parecerse)
Cuando aún no estaba de moda que los fiscales ejercieran de abogados defensores, yo lo viví en mis carnes, aun recuerdo aquella mañana eran las 11:32 horas, acababa de comenzar el juicio contra los que urdiendo maquiavélicas mentiras sin discernimiento me expulsaron, los demandados se sentaban en el banco de acusados, gran bufete les defendía, a nosotros un modesto abogado laboralista afiliado ¿como no? a nuestro PSOE, cuando en el primer turno de palabra la fiscal se levanta y con voz estridente rozando la histeria grita.
¡¡ no pienso consentir que esto se convierta en un juicio contra el PSOE !!
A partir de ese momento todo fue un despropósito, una y otra vez negaban los acusados, todos uno por uno, tener o conocer pruebas de cuantas faltas decían que yo había cometido, nada, ni una sola demostración, ni una prueba, solo que habían oído que alguien había dicho pero que lo desconocían… ni una sola prueba y perdí, el PSOE perdió el juicio y nosotros también, el juicio…
Pues bien esta pantomima de juicio la promovió el PSOE avalado por las altas jerarquías regionales en defensa de un grupo de personas que en algunos casos hacía menos de un año formaban parte de otro grupo político algunos hasta habían aparecido en las listas de IU poco antes y de forma sorpresiva cambiaron de “equipo” días antes de las votaciones. De aquellos polvos, vinieron estos lodos, que se dice.
¿Ideales de izquierdas? De quien del PSOE, o de personas vinculadas históricamente al P.C a IU y cuyo único fin era mantener una cuota de poder municipal, sumado al interés de un partido de sumar un gran municipio a sus filas que equilibrara la balanza alcarreña… ¿Ideales? o po-li-ti-ca. ¿Subirse a según que carro, dependiendo de donde venga el viento? , llámelo como quiera, caballero, Cercas.
Y ahora aparece Podemos y algunos se atreven a afirmar que votarles solo puede deberse a ansias por brillar en sociedad, ósea nos olvidamos de lo que el PSOE aun a pesar de sus políticas “progresistas” a llevado a cabo, pero se debe de asumir como mal menor su muy clara deriva hacia el capitalismo salvaje de empresas y ex mugrientos amigos, mantener el difícil equilibrio entre ayudar a los mas desfavorecidos mientras se crean leyes para acelerar el desahucio, privatizar servicios públicos, potenciar a la iglesia católica, la sanidad privada o mejorar las escuelas privadas concertadas… o se modifica la constitución para desarmar al pueblo o se entienden las nuevas políticas capitalistas TTIP y se las votan en Europa
Volvemos a aquel refrán de “mas vale malo conocido que bueno por conocer”, maldito refrán, ”que nos quedemos como estamos” definen ambos algo que este pueblo debió de asumir a sangre y fuego, “no se puede quejar uno, hay quien esta peor”.
Nos lo metieron en los genes a sangre y fuego, “clavo que sobresale se lleva el martillazo” esa es la tumba de esta nación, lo consiguieron , la mediocridad debía ser la bandera del pueblo solo las élites pueden destacar sin llevarse el golpe, por que han nacido para ello,(o eso decía Rajoy en su ensayo de carrera.) solo los políticos pueden hacer política , si no con Podemos el desastre esta servido, no tendrán nada que ofrecernos, están vacios de contenido aunque sus palabras suenen grandilocuentes , la política , los políticos y las grandes familias les pondrán en su sitio.
Y en ello están, intentando por todos los medios dar con algo punible, solo, repito solo para que el pueblo entienda que todos son iguales, que no hay nada ni puede haberlo diferente, sano, honrado o legal, hay que descubrir algo ilegal en estos chavales para que el pueblo comprenda que nuestra corrupción es normal,que solo los politicos de toda la vida tienen derecho a ser corruptos como dios manda, durante décadas hemos robado y quien venga deberá robar o no podrá ejercer como político. Que un ladrón comisionista pillado infraganti no renuncia a su escaño, que la justicia no pueda tocarlo por que esta aforado y se presente en el congreso con dos cojones, se pasee entre los padres de la patria, vote incluso y la noticia la puta noticia sea el niño de la Bescansa, hija de rico y madre soltera…No es que diga mucho, es que lo dice todo.
Dice el señor articulista sin duda mucho mas inteligente que yo “la diferencia que hacen los anglosajones entre politics y policy: la politics vendría a ser el arte de llegar al poder y permanecer en él; la policy, el arte de usarlo”. Y digo yo hace falta que se diga lo obvio y además haciendo referencia a los gansos anglosajones, aquí señor Cercas, de toda la vida pero mas aún en estos últimos 20 años el poder político se usa para mantener la poltrona , de arriba a nivel nacional hasta abajo a nivel municipal, además como si tal cosa, es casi una norma decir una cosa para llegar al poder y hacer lo contrario para mantenerlo, tan normal que no hace falta ni nombrar a nadie para que todo españolito ligeramente consciente del país donde vive lo asuma con total naturalidad y vote y revote a quien así se comporta, eso sí no sin antes decir lo de “todos son iguales, pues si me tienen que dar por culo que por lo menos sean los míos “.
Mire Don Javier, no soy votante de Podemos aunque les admiro, comprendo y valoro lo que están haciendo, admiro también a IU por mantener contra viento y marea unos ideales políticos cuando la gran mayoría de españolitos ya no entienden ni saben lo que es un ideal ni político ni social y los que piensan que lo saben lo supediten a las líneas programáticas del partido, lo cual supone tragar con carros y carretas , con cara de ser conocedor y participé de cualquier burrada que se cometa , como pactar con el diablo, o pillar lo que sea aunque sea un desecho con tal de mandar…y eso también ocurre, amigos, a IU, aunque luche por evitarlo eso les da valor al menos lo intentan.
Y en estas aparecen los de Podemos señor Cercas y tienen una élite tienen unos cuadros y unas bases, su mayor lucha, que sus bases son libre-pensantes y eso traerá criticas, desafectaciones, son, les guste o no la misma gente de izquierdas unos con mas bagaje otros con menos y muchos sin ninguno, y el gran problema de la izquierda es que su gente suele pensar por si misma y eso la hace muy critica con sus propias ideas, mas con quienes dicen representarlas , así ha sido y así será nos guste o no .
Quiero decir con esto señor Cercas que el mayor enemigo de Podemos, fuera y muy lejos de los que extraños puedan decir, es ni mas ni menos que el propio Podemos, y tiene dos opciones o hacer lo que hacen todos los demás, por que el fin justifica los medios o ser distinto y morir con las botas puestas o quien sabe lo mismo salen adelante y dan una soberana lección a todos y cuando digo a todos le incluyo a usted.
El problema dicen, ya no es que "nosotros" ( la política oficial) seamos mas o menos corruptos, ni que hallamos robado, vilipendiado, estafado, las arcas públicas durante años, decenas de años unos y otros, creando telas de araña donde las empresas que desearan medrar pasaran por caja una y otra vez, ni que las élites políticas de España, de Cataluña de La Comunidad Valenciana ni andaluza, gallega, madrileña… estén metidas hasta las trancas en la mierda, eso da igual aquí se trata ahora de que estos perro flautas, estos Bolivarianos , ojo como si los ideales bolivarianos fueran algo malo, o mas al día ahora Iraníes que es mucho peor o menos, que acaban de firmar con nuestro aliado EEUU volver al mundo “libre”. Don Javier Cercas no cuela, ya no cuela.
Un saludo fraternal de un mindundi, señor Cercas.
Suscribo casi todo de este comienzo de Cercas, un primer párrafo largo por necesidad pero que acaba mal, muy mal, demasiado generalista al meter en el mismo saco a IU y PSOE y duro de mollera con Podemos, veréis.
El sueño de Maquiavelo
YO SIGO CREYENDO EN LA UTILIDAD DE DISTINGUIR ENTRE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA, COMO EN LA DE DISTINGUIR ENTRE NORTE Y SUR
Soy de izquierdas. Siempre lo fui y es probable que siempre lo sea, porque, por mucho que uno quiera, a los 53 años ya no se cambia. Más vale aceptar que no estoy de moda: hoy, si uno es joven, lo que mola es decir que izquierda y derecha no existen y, si uno es mayor, exhibir una de esas rutilantes biografías de saltimbanquis de nuestros ancianos y entrañables sesentayochistas, que han pasado del maoísmo o el anarquismo o el estalinismo de su impetuosa juventud al nacionalismo o la derechona de su vejez venerable. Lo cierto es que yo sigo creyendo en la utilidad de distinguir entre la izquierda y la derecha, como en la de distinguir entre norte y sur, y que, si algún día voto a la derecha, me saldrán ronchas por todas partes, incluido el culo. Dicho esto, añadiré que entiendo que un votante de izquierda confíe su voto, digamos, a IU o al PSOE; lo que no acabo de entender es que, a menos que lo haga con el legítimo propósito de brillar en sociedad, se lo confíe a Podemos.
Vaya por delante que mi desconfianza atañe a la cúpula de Podemos más que a Podemos. Vaya por delante que bastantes de las propuestas actuales de Podemos me parecen sensatas y razonables. Pero vaya también por delante mi recelo ante el moralismo de Podemos: primero porque la virtud no se predica ni se exhibe, sino que se ejerce (a ser posible a escondidas: la virtud es secreta o no es), y segundo porque el énfasis en la moral delata casi siempre al inmoral. De hecho, si no fuera porque en democracia forma y fondo son casi lo mismo, yo diría que mi desconfianza es más de forma que de fondo. Sea como sea, me cuesta trabajo entender cómo puede confiarse en la cúpula de un partido que, en cuanto vislumbra el poder e intuye que sólo podrá alcanzarlo cambiando por completo de ideas, pasa en un pispás del bolivarismo vehementemente anticapitalista de la Venezuela real a la socialdemocracia sólidamente capitalista de una Dinamarca un poco inventada, y de echar la culpa de todo a la Transición a reclamar la vuelta del llamado espíritu de la Transición.
Recelo del moralismo de Podemos porque la virtud no se predica ni se exhibe, sino que se ejerce, a ser posible a escondidas
En septiembre de 2015, durante la campaña electoral catalana, Iglesias apelaba en Barcelona a las raíces de los inmigrantes del resto de España, como si Podemos quisiera ser un PP o un Ciudadanos de izquierdas, pero tres meses más tarde, después de que un pacto con soberanistas periféricos le permitiera obtener unos excelentes resultados en las elecciones generales y olisquear de nuevo el perfume inconfundible de La Moncloa, proclamaba a todas horas la plurinacionalidad del Estado y exigía un referéndum en Cataluña como condición sine qua non para apoyar un Gobierno en Madrid. Y lo hacía, además, con trampa, sin especificar de qué clase de referéndum hablaba –¿consultivo?, ¿vinculante?, ¿a la quebequesa?–, lo que equivale a no decir nada tratando de quedar bien con muchos y liando otra vez a todos al vindicar un derecho inexistente: el llamado derecho a decidir (se puede estar a favor de un referéndum, pero no de una aberración lingüística: el verbo decidir es transitivo). Esto no es de saltimbanquis: es de trileros. Algunos aprendices de Maquiavelo sostienen que lo que hace ahora Podemos es lo que hizo hace 40 años el PSOE, cuando para llegar al poder abandonó algunos de sus principios ideológicos. Es una flagrante falsificación de la historia: el PSOE tardó 5 años –no 5 meses– en pasar del marxismo teórico a la socialdemocracia práctica, y lo hizo en medio de grandes convulsiones externas, entre ellas el cambio de una dictadura por una democracia, e internas, entre ellas la dimisión de su secretario general.
En el fondo, por una vez, no se trata de derecha o izquierda. No hace mucho hablaba en esta columna de la diferencia que hacen los anglosajones entre politics y policy: la politics vendría a ser el arte de llegar al poder y permanecer en él; la policy, el arte de usarlo. No hay duda de que la cúpula de Podemos es especialista en la politics –al fin y al cabo está formada por profesionales del ramo–, pero no sabemos nada de su policy. Hay quien teme que, si la cúpula de Podemos llega al poder, se quite su máscara socialdemócrata y aparezca su rostro bolivariano; lo que yo temo de verdad es que detrás de la primera máscara aparezca otra, y luego otra y otra y otra. Y que al final no haya nada P elpaissemanal@elpais.es
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