No soy ni aspiro a ser critico de libros, pero humildemente me gusta dejar mi opinión sobre lo que leo, cosa que alguna vez aunque les parezca increíble me ha costado una reprimenda de algún conocido autor.
Espero que este no sea el caso, reconozco que me ha costado demasiado leer esta novela histórica que entra de lleno entre mis mas seguras aficiones, quizás por eso no acabo de entender como pudo llegar a ser finalista del premio Planeta 2023.
He de decir que sobre Alejandro he leído mucho incluso e indagado mas allá de la novela para contrastar datos de las mismas sin duda la trilogía de Valerio Massimo Manfredi que me bebí en el 1999, El hijo del sueño, Las arenas de Amón, El confín del mundo, pero que irremediablemente vuelven a mi cabeza al leer esta obra en que la única novedad reside en destacar la bisexualidad de Alexandro de una forma totalmente desafortunada a mi entender, haciendo pasajes de esas relaciones homosexuales o no, de los supuestos rencores de Hefestión, bueno no voy a abrirlo mas sin duda puede se entretenida para quién por primera vez lea algo sobre el tema pero para entendernos es como leer a Posteguillo después de haberse bebido los cinco tomazos de McCullough, aunque la verdad maldita Roma Roma me esta esperando ya os contare...
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