Diez años de los 6 muertos en el viaducto de la A-7 y no quedan ni homenajes
EFE
- Granada
Diez años después del accidente que causó la muerte
de seis trabajadores por el desplome de un viaducto en construcción de
la A-7 a su paso por Almuñécar (Granada), ya no quedan ni los homenajes,
aunque continúa en el aire la pregunta de qué es lo que falló y qué se
pudo hacer para evitarlo.
Hoy se cumple una década de
ese grave accidente laboral, que hasta hace unos años era recordado con
actos de homenaje por parte de los sindicatos, que consideran que las
medidas de seguridad laboral han cambiado desde entonces "sobre el
papel", pero en la práctica faltan medios.
Eran la 15.38 horas del 7 de noviembre de 2005 cuando el
desplome de una plataforma suspendida a más de ochenta metros de altura
en el viaducto de la Autovía del Mediterráneo, a su paso por Almuñécar,
causó la muerte de seis trabajadores, cinco de ellos portugueses.
Testigos presenciales relataron que algunos de los veinte trabajadores
que se encontraban en la obra quedaron colgando de la estructura del
tramo La Herradura-Taramay de la autovía, que precisamente ha sido
inaugurada en su totalidad hace escasas semanas.
Siete años después del siniestro, el Juzgado de lo Penal 1 de Motril
(Granada) absolvió a los once procesados por el desplome después de que
la Fiscalía retirara los cargos al considerar que no había quedado
acreditado con certeza lo ocurrido y que todo eran hipótesis.
Las acusaciones particulares, que no ejercieron los familiares de los
fallecidos y recayeron sobre los sindicatos, retiraron por su parte las
imputaciones iniciales por homicidio y lesiones imprudentes y
atribuyeron sólo a algunos de los procesados delitos contra la seguridad
y salud laboral.
Una década después, el secretario
general de Construcción y Servicios de CCOO Granada, José Miguel
Sánchez, recuerda el siniestro como una desgracia que quedó sin
resolver, al mismo tiempo que considera que no es normal que todo se
produjera de manera "fortuita".
Sin embargo, más allá
de la lucha sindical durante años para aclarar este accidente, para
Sánchez queda constatado que "algo falló" de forma prudente o imprudente
y apunta a la falta de medidas de seguridad como la causante del
siniestro.
Lo que ha cambiado desde entonces, ha
añadido, es que se empezó a "tomar en serio" la salud laboral de los
trabajadores y los sindicatos lograron acceso directo a la Fiscalía en
materia de accidentes que, sin embargo, se siguen produciendo.
A su juicio, "sobre el papel" la seguridad laboral ha cambiado mucho,
pero en la práctica se siguen "echando de menos" las actuaciones
judiciales y administrativas.
Ante esto, recuerda, no
conoce de nadie que esté en prisión por homicidio imprudente por la
falta de prevención de riesgos laborales.
Sánchez
insiste en que "algo está fallando" y que existe un "abismo" entre cómo
se hacen las cosas a cómo, desde su punto de vista, se tienen que hacer.
La falta de medios, inspectores de trabajo, formación en materia de
prevención y contundencia judicial son para los sindicatos, diez años
después del accidente del viaducto de la A-7, una asignatura pendiente.
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