En España nos suicidamos bastante más de lo que se admite
1 de abril del 2016 |
Los datos oficiales son de por sí muy alarmantes. Los últimos
se conocieron hace dos días. En 2014, el número de suicidios en España
alcanzó récord histórico por tercer año consecutivo, 3.910
fallecimientos, cifra que duplica la de víctimas mortales en accidentes
de tráfico, 1.873. Más de diez muertos cada día. Son números del
Instituto Nacional de Estadística. Los suicidios vuelven a ser de nuevo
la principal causa de muerte no natural en nuestro país.
La
tendencia ascendente es clara en las últimas décadas: 1.652 casos en
1980, 2.929 en 1990, 3.393 en el año 2000. Por tanto, según los expertos
se trata de un fenómeno consolidado al menos desde hace 35 años.
Pero
habría que precisar que los datos del INE se refieren a episodios
identificados y clasificados 'oficialmente' como suicido. No recogen,
por tanto, otros muchos sucesos que lo son pero que, por diverso motivo,
no se reconocen así. Algunos ahogamientos, por ejemplo, que aparecen
como accidentes. O muertes por medicamentos aparentemente mal
administrados o mal consumidos. Y también presuntos fallos al manipular
un arma.
Y querría referirme específicamente a los españoles que
pierden la vida arrollados por un tren. Esta semana, el miércoles, por
citar un día, se registraron en Madrid dos casos de ciudadanos
alcanzados por un convoy, lo que, por supuesto, provocó cortes de
tráfico en las líneas de cercanías.
Personas relacionadas con
RENFE me han comentado que gran parte de los accidentes en los que
algunas personas mueren tras ser alcanzadas por un tren son en realidad
suicidios encubiertos, que no se contabilizan como tales. Con el añadido
de que, a tales efectos, esa forma de proceder resulta enormemente
eficaz
Las escasas noticias que suelen publicarse sobre estos
sucesos suelen hablar de ciudadanos atropellados fortuitamente al tratar
de cruzar las vías o por circular cerca de ellas. En realidad, en gran
número de ocasiones se trata de muertes voluntarias. No pocas veces de
muchachos jóvenes. Algo de lo que nadie habla. Otras más, de personas
mayores, incluidos matrimonios.
Esos episodios no se reflejan en
las estadísticas, porque no hay constancia cierta de que se trate de
muertes buscadas. Por, como digo, en gran número de casos lo son.
Me falta el dato concreto de cuántos españoles mueren cada año arrollados por un tren. No lo he encontrado.
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En Twitter @JoseApezarena
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