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sábado, 28 de septiembre de 2019

Articulo de interés, agrícola.

«Prohibido bajarse del vehículo cuando se pase cerca de una línea eléctrica»


«Prohibido bajarse del vehículo cuando se pase cerca de una línea eléctrica»

Eduardo Gordo murió el martes en Guareña tras sufrir una descarga, pero no llegó a tocar ningún cable

CELESTINO J. VINAGREMÉRIDA.
En menos de 24 horas, dos personas han perdido la vida en España, una en Guareña y otra en Albacete, a causa de una descarga eléctrica durante su trabajo. En el caso extremeño fue por el llamado efecto de arco eléctrico. Sucedió el martes por la tarde en una parcela de maíz en la que se estaba cosechando. Según la investigación, Eduardo Gordo Platero, de 39 años y trabajador autónomo, falleció por esa causa.
Iba en una cosechadora junto al conductor del vehículo y dueño de la parcela agrícola. Se detuvieron cerca de una línea eléctrica. No la llegaron a tocar. El conductor se quedó en la cosechadora, pero Eduardo bajó las escaleras y pisó tierra mientras se agarraba momentáneamente a un elemento metálico de la cosechadora. La descarga eléctrica le atravesó.


«Si llega a bajar el conductor del vehículo también hubiera muerto. Le salvó el aislamiento de la goma de las ruedas», apunta Alberto Franco, responsable de Salud Laboral de CC OO Extremadura, quien recuerda que no hace falta tocar o golpear una línea de alta tensión para sufrir una descarga. Pasar a determinada distancia de ella puede resultar fatal. Es lo que le ocurrió al vecino de Guareña.
Según los expertos, pocas muertes se producen para el riesgo que existe de sufrir este tipo de accidentes. «Y no solo en el sector de la construcción, donde puede ser más habitual este tipo de percance, sino en el agrario», señala Franco.
«La estadística laboral dice que las muertes de trabajadores electrocutados no es frecuente, pero es imprescindible seguir mejorando en cualquier aspecto de la prevención de riesgos laborales. Por eso vamos a organizar próximamente unas jornadas específicas sobre riesgos eléctricos», agrega Sandra Pacheco, directora general de Trabajo de la Junta de Extremadura.
Debido a su propia naturaleza, la corriente eléctrica tiende a pasar hacia el suelo de forma habitual. A la hora de manipular un aparato eléctrico «es mucho más peligroso hacerlo en un suelo mojado y descalzo que en una zona seca con un calzado con suela de goma», recuerda a HOY José Manuel Blázquez, responsable de seguridad en el trabajo de la empresa Preving.
Añade Blázquez que cuando tocamos un cable con energía eléctrica, la corriente pasa por nosotros. Esto sucede con las tensiones que solemos tener en nuestro entorno, 230 y 400 voltios. «Sin embargo, en el caso de las líneas eléctricas, la tensión es muy elevada (desde 1.000 hasta 380.000 voltios). En este caso, no es necesario que lleguemos a tocar estas líneas, sino que solo al aproximarnos la energía eléctrica puede saltar a través de una persona. Se produce lo que se llama un arco eléctrico», enfatiza.


Parámetros de riesgo

En un arco eléctrico pueden producirse temperaturas de miles de grados, capaces de fundir los metales existentes en sus proximidades, normalmente de cobre o aluminio. Evidentemente, es mortal para las personas.
«Cuando una persona está trabajando cerca de una línea de alta tensión, está prohibido bajarse del vehículo mientras no esté a a determinados metros de distancia», resume Franco. «Se debe respetar la distancia de seguridad respecto a esa línea. Es lo que se llama radio de acción. Si esa distancia de seguridad no se respeta, puede llegar la electrocución. Todo depende de los metros a la línea, de la potencia que ésta tenga y de la maquinaria que se use para el trabajo», asegura Pacheco a este periódico.
El arco eléctrico puede generarse cuando pasamos bajo líneas eléctricas llevando un objeto conductor alargado en vertical (tubos metálicos de riego, cañas de carbono...). También cuando se aparca un vehículo de elevada altura bajo esas líneas eléctricas, y el conductor se baja del mismo «tocando al mismo tiempo el suelo y el vehículo, ya que las ruedas son aislantes, pero la corriente pasaría a través de nuestro cuerpo en ese momento», indica el responsable del grupo Preving.
La legislación (decreto de 2001) regula entre otros aspectos las distancias de seguridad que hay que mantener con las líneas de alta tensión. Va desde los 3 metros para tensiones de 1.000 voltios, hasta los 7 metros en tensiones de 380.000.
«El trabajador debe saber las normas, y el empresario trasladarle toda la información. Está obligado a minimizar riesgos. La reforma laboral de 2012 dio mucha precariedad y eso se traslada directamente al capítulo de formación para prevención de riesgos», expresa Alberto Franco.
La Dirección General de Trabajo de la Junta desarrollará entre finales de octubre y principios de noviembre una campaña concreta de riesgos eléctricos (agricultura, construcción) en el mundo laboral.
«En los últimos tiempos se está construyendo mucha planta fotovoltaica en Extremadura. Y la construcción se ha reactivado. Los riesgos por muertes de electrocución están ahí y buscamos una mayor concienciación y formación», reseña Sandra Pacheco.

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