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sábado, 28 de septiembre de 2019

Año 6. 467 y 468. 58 y 48 años.Agropecuaria. Simancas. Valladolid

Mueren un obrero y el camionero que intentó rescatarle de una fosa séptica en Valladolid




Los familiares del camionero fallecido esperan noticias a las puertas de la planta del Camino Viejo de Simancas./Gabriel Villamil
Los familiares del camionero fallecido esperan noticias a las puertas de la planta del Camino Viejo de Simancas. / GABRIEL VILLAMIL

Otro trabajador de la planta de piensos del Camino Viejo de Simancas vio un móvil al borde del pozo y los encontró sepultados



J. Sanz

J. SANZ
Los hechos ocurrieron en algún momento entre las siete y las ocho de la tarde, cuando la tragedia fue descubierta casi por casualidad por otro operario de una planta de piensos compuestos del Camino Viejo de Simancas (Progatecsa), que se topó con un móvil en el suelo al borde de una fosa séptica, un pozo de unos cuatro metros de profundidad y tan solo medio metro de diámetro. Lo que ocurrió con anterioridad nadie lo vio, pero todo apunta a una tragedia en dos fases. En la primera, según todos los indicios, un operario de la planta, Roberto, cayó al pozo y quedó sepultado en un amalgama tóxico de «líquidos, aguas sucias y gases». Y a continuación, al parecer, un camionero que acababa de acceder a las instalaciones pudo verle caer, o quizás también se encontró con su móvil. El caso es que debió intentar ayudarle y acabó perdiendo la vida. Su cuerpo quedó semisepultado en la balsa de residuos. La tragedia, en definitiva, se cobró dos vidas. Roberto y Arturo, de 58 y 48 años, murieron en un pozo en un doble accidente laboral que tiñó de luto una veterana empresa, situada en el término de la capital, que fue fundada en un lejano 1973.

«Ha muerto ayudando»

«Tu padre ha muerto ayudando, eso es seguro», explicaba un operario de la planta a la hija de la víctima mientras intentaba consolarla. A ella y al resto de familiares (su mujer, un hermano y otros allegados), que acudieron a la puerta de la empresa del kilómetro 4,6 del Camino Viejo de Simancas a las diez y media de la noche, cuando los cuerpos de las dos víctimas habían sido sacados ya de la fosa y trasladados al Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia. El drama por lo ocurrido no solo se vivió a las puertas de la planta de piensos, sino también en su interior.


Lugar del accidente:



Allí, a escasos cincuenta metros de las rejas metálicas que cerraron los trabajadores a las once de la noche, vivía Roberto con su mujer, que recibió el consuelo de los compañeros del operario fallecido.


Los familiares del camionero fallecido esperan noticias a las puertas de la planta del Camino Viejo de Simancas.
Los familiares del camionero fallecido esperan noticias a las puertas de la planta del Camino Viejo de Simancas. / GABRIEL VILLAMIL

El primer testigo, otro trabajador que se topó con el móvil de una de las víctimas al borde del pozo de residuos, alertó a los servicios de emergencia a las 20:15 horas. Para cuando llegaron bomberos, policías, sanitarios... era tarde. Los dos habían fallecido, presumiblemente, y a falta del resultado de la autopsia, por inhalación de gases o por simple asfixia al caer uno al fondo del pozo y quedar sepultado y desfallecer después el camionero que intentó sacarle.
Roberto, que vivía con su mujer en la finca, cayó inicialmente al foso de cuatro metros. Arturo, un camionero que acababa de descargar, falleció al intentar sacarle
Arturo, el transportista, entró a la planta en torno a las siete de la tarde y descargó. «Ha debido ocurrir entre las siete y las siete y media», relató un testigo. Pero no fue hasta pasadas las ocho cuando descubrieron lo ocurrido. «Ha sido una desgracia terrible, y poco más podemos decir, ya que ni siquiera sabemos lo que ha pasado», lamentaron fuentes de la empresa.

siniestro  laboral

   Día 
   271
 2019
Trabajadores muertos.


"467 y 468"

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