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sábado, 20 de diciembre de 2014

"lo que tardan en secarse las lagrimas"

JUAN SALGADO

{ rueiro}


Repetida cantinela

Aunque la estadística la sitúa en la media de sectores, la siniestralidad laboral en el mar sí supera a todos los demás, incluído el de la minería de carbón, por su gravedad. De esa casuística, los de peores consecuencias son los que tienen que ver con la estructura del barco, ya sea por vías de agua, varada o embarrancada, abordaje, incendio o explosión o temporal, presentes en los hundimientos.
Esa misma casuística a la que se añade el indeterminado "golpe de mar" hace que se perciba como irremediable una siniestralidad que colisiona frontalmente con el grado de evolución de la ciencia y los conocimientos sobre los comportamientos de buques y medio marino. Sin embargo, se repiten.
El presidente de Aetinape, Juan Manuel Muñiz, añade la búsqueda de beneficios como riesgo añadido, en el que la escasez de tripulantes y la fatiga por jornadas prolongadas sería elemento coadyuvante al desastre.
Los sindicatos ahondan en la necesidad de extremar las fiscalizaciones de naves y medios, la lucha contra la precariedad laboral y los oportunos equipamientos.
Porque, lo decía ayer un representante de CC.OO., la concienciación dura apenas el tiempo en que tarden en secarse las lágrimas. Es decir, la misma cantinela.

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