Lex Oppia contra la exhibición de riquezas
En
el año 215 a.C. Roma padecía los estragos derivados del desarrollo de
la II Guerra Púnica. La crisis económica se había apoderado de la ciudad
y la plebe amenazaba con sublevarse. Así, no resulta extraño que el
Senado decidiera aprobar una ley que limitase la ostentación pública de
riquezas, concretamente de más de media onza de oro y vestidos de
colores llamativos, así como el uso del carruaje de dos o cuatro
caballos. La excepción la suponían los oficios religiosos.
La lex Oppia tenía varios objetivos. Por un lado, obligaba a
todos los ciudadanos a ceñirse a la misma austeridad a la que se
encontraba sometido el Estado romano y la gran mayoría de la población.
Por otro lado, permitía confiscar los bienes de aquellos que
incumpliesen la norma, llenando así las arcas estatales, vacías por los
esfuerzos bélicos. Finalmente, servía para evitar que la masa
poblacional de las capas inferiores de la sociedad, la más afectada por
la guerra, no se sintiese insultada al ver cómo, mientras el hambre y la
pobreza les acuciaban, los aristócratas se paseaban por las calles de
Roma en lujosos carros y llenos de joyas.
COMENTARIO DEL DIARISTA:
Hemos aprendido poco de los romanos de los años
264 a. C. y 146 a. C.,
pero muy poquito
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