“Entrañable Carmena: póngale a la plaza el nombre de Cipriano Mera”
Lucio Urtubia pide a la alcaldesa de Madrid, en una carta, que rinda homenaje a su amigo, deportado víctima del nazismo.
25 abril 2016
10:39
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Lucio Urtubia. FOTO: LUNA GÁMEZ
Cuando Hitler tomó el control de
Francia en 1940 con la colaboración del gobierno del mariscal Philippe
Pétain, miles de ciudadanos que combatieron el nazismo fueron deportados
a campos de concentración, la mayoría en Alemania. Entre ellos había
9.300 combatientes republicanos españoles que en su mayoría fueron
enviados a los campos de Auschwitz, Mauthausen y otros centros de
retención y exterminio nazis. Otros exiliados republicanos fueron
enviados de vuelta a España, donde los tribunales de Franco los
condenaron a muerte y a prisión de por vida.
Entre esos deportados estaba Cipriano Mera, albañil desde los 11 años
y anarcosindicalista. Durante la Guerra Civil española, Mera se sumó al
Ejército Popular Republicano y lideró la 14ª División,
con la que logró vencer a los fascistas italianos en la Batalla de
Guadalajara. Tras la victoria de Franco, Mera huyó a Argelia, Marruecos y
finalmente Francia, desde donde fue deportado a España por orden del
Gobierno francés. Las autoridades franquistas lo condenaron a muerte,
pero en 1946 fue indultado y regresó a Francia, donde se ganó la vida
como albañil hasta la fecha de su fallecimiento, un mes antes que
Franco.
El pasado domingo, 24 de abril, el Estado francés celebró el Día
Nacional en Recuerdo a la Deportación para homenajear la memoria de esos
deportados. Varias localidades de Francia realizaron actos de homenaje,
entre ellas París. La ciudad de la luz rindió tributo a la memoria de
aquellos deportados con un acto solemne en el Memorial de la Deportación,
cerca de la catedral de Notre Dame, al que acudieron los máximos
representantes del Gobierno galo, incluida la alcaldesa de París, Anne
Hidalgo, de padres gaditanos, y el primer ministro, Manuel Valls, hijo
de republicanos catalanes y favorable a la deportación a Turquía de los
refugiados de guerra que actualmente llegan a Europa en busca de paz y
asilo.
En 2015 el Congreso de los Diputados solicitó formalmente al Gobierno
de Mariano Rajoy que homenajeara a los deportados víctimas del nazismo y
el franquismo, coincidiendo con el 70 aniversario de la liberación de
los campos de concentración. La petición sigue bloqueada en el cajón del
Presidente en funciones.
Lucio Urtubia tiene 85 años y es conocido por haber falsificado los
documentos gracias a los cuales miles de exiliados republicanos
consiguieron huir del franquismo y salvar sus vidas, entre ellos
Santiago Carrillo. Urtubia también fue conocido por haber atracado
bancos para financiar la oposición a Franco y por poner en jaque al Citibank, la mayor entidad financiera del mundo en su época.
Durante una visita reciente a Madrid, un camarero le dijo a Lucio que
la plaza próxima al Museo Reina Sofía “no tiene nombre”. Consciente del
bloqueo del Ejecutivo español, este albañil y militante anarquista
exiliado en París decidió enviar una carta de su puño y letra a Manuela
Carmena, alcaldesa de Madrid. En la misiva, Urtubia le pide a Carmena
que otorgue el nombre de Cipriano Mera a dicha plaza. A continuación La
Marea reproduce la misiva de Urtubia para Carmena:
Entrañable Señora Carmena, Alcaldesa de Madrid,
Querida y muy respetada señora,
Los días 9, 10 y 11 d abril estuve en Madrid, hospedado en el barrio
conocidísimo de Atocha, en el hotel Mediodía, y uno de dichos días
fuimos a comer detrás de dicho lugar, en la plaza situada detrás del
Museo Reina Sofía. Cuál no fue mi sorpresa al preguntar por el nombre de
dicha plaza y oí que no tenia nombre. Hace varios años tuve el coraje y
la valentía de escribirle al señor Gallardón, anterior alcalde de
Madrid. Dicho señor no me contestó ni me dio ninguna señal. Peor para
él. Y en las mismas condiciones me dirijo hoy día a la alcaldesa, que es
otro ambiente, y como digo: lo imposible no existe.
Durante muchos años conocí a un amigo albañil y madrileño, todo un
ejemplo. Querido y amado por sus amigos y calumniado por sus enemigos.
No era guapo en físico y fumaba como un carretero, pero cuando hablaba
lo hacía con el sabor de esos barrios viejos madrileños, los cuales yo
personalmente adoraba pero nunca tuve el privilegio de poder practicar.
Este amigo, llamado Cipriano Mera, al cual conocí como
usted conoce, fue todo un ejemplo por su comportamiento y vida hasta sus
últimos momentos. Humilde pero rico, todo un ejemplo de familia.
Cansado de trabajar y trabajando y luchando por su ideal republicano y
anarcosindicalista, era muy viejecito pero continuaba ganándose su vida y
la de su compañera, también humilde y ejemplar. Alguna vez tuve la
ocasión de invitarlos a comer y me hacía reír al decirme que su
compañera hacía las mejores paellas con muy poco, pues había aprendido
trabajando y sabía hacer todo de la nada.
Amiga y respetada alcaldesa madrileña, no deje pasar la ocasión de
consagrar dicha plaza al amigo y compañero Cipriano Mera, vencedor de la
única de las bellas victorias republicanas. Uno es por lo que hace.
Haga, no deje pasar esta ocasión, ella puede ser todo un ejemplo para
los jóvenes y aquí me tiene a su servicio si lo necesita.
Hagamos y seamos,
Lucio Urtubia
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