El PSOE cede y aplaza privatizar el alumbrado a la próxima legislatura
R.L. / Miranda - martes, 11 de noviembre de 2014
La externalización del alumbrado público dio ayer un importante giro en uno de los plenos más tensos que se recuerdan del último año. La presión social ejercida durante meses por la coordinadora Miranda mirando por lo público, contraria a la privatización, ha podido finalmente con el equipo de gobierno, que deja en manos de la próxima corporación municipal la decisión de seguir adelante o no con este contrato.
La noticia la comunicó el alcalde tras un debate especialmente complicado, envuelto en un clima de crispación en el que el público -formado sobre todo por miembros de la plataforma- interrumpió en numerosas ocasiones con gritos e insultos las intervenciones de los portavoces del PSOE y del PP. Justo antes de someter a votación la moción de Izquierda Unida en la que se pedía una consulta ciudadana para que los mirandeses decidieran en las urnas si aceptan o no la externalización del servicio, Fernando Campo tomó la palabra. «Vamos a seguir con el procedimiento del contrato, pero el plazo de presentación de ofertas por parte de las empresas se va ampliar del 8 de enero al 11 de junio, que es cuando se constituye la próxima corporación municipal».
El anuncio del regidor contentó, al menos en parte, a una plataforma que vio cómo el Pleno municipal rechazaba la consulta ciudadana que ellos habían propuesto. El PSOE votó en contra, el PP se abstuvo y solo Izquierda Unida mostró su voto a favor. Eso sí, la votación estuvo cerca de no producirse, porque los gritos e insultos por parte del público llegaron a tal extremo que el alcalde y parte de los concejales llegaron a levantarse de sus asientos para marcharse, cuando todavía quedaban otros tres puntos pendientes en el orden del día. La sesión plenaria se detuvo durante cerca de diez minutos hasta que el público guardó silencio e incluso el alcalde ordenó identificar a un miembro de la coordinadora que, cuando la portavoz del PSOE explicaba las razones por las que rechazaban la moción, gritó «os lleváis comisiones de cada privatización en este país, por eso». Fernando Campo afirmó que se presentará una demanda contra él. También se escucharon otra serie de consignas como «queremos votar», «esto es una vergüenza», y gritos al unísono llamando «corruptos» y «caciques» a los miembros del equipo de gobierno.
Pese a las interrupciones, los tres grupos municipales pudieron explicar su postura acerca de la consulta ciudadana. La portavoz socialista, Aitana Hernando, argumentó que su partido se opone a pedir la opinión de los mirandeses porque «no es una privatización» y «no existe una demanda social», escudándose en que apenas 200 personas acudieron al debate sobre el alumbrado celebrado semanas atrás y únicamente tres personas han acudido a la Oficina Local de la Energía (OLÉ) a preguntar por este tema «y dos eran de la plataforma».
Las tres posiciones. Unos argumentos que no convencieron a Izquierda Unida, que defendió el «derecho de las personas a opinar, a decidir si les parece bien o no» la externalización de este servicio público. Recordó Conchi Ortega la consulta ciudadana de las térmicas, en la que, pese a que «a las charlas iban 150 personas, luego a votar fueron 12.000, y había también votantes del PP y del PSOE. Estas cosas no se pueden medir por el número de personas que han ido a la OLÉ a preguntar», sostuvo Conchi Ortega.
Por parte del PP, que siempre ha defendido la externalización de este servicio, afirmó que el expediente «está bien trabajado, acorde a las necesidades de esta ciudad» y «satisface el modelo que este grupo defiende». En cuanto a la consulta, se abstuvieron. «Hagan lo que quieran. Tenemos que respetar la opinión de los ciudadanos, sean muchos o pocos, pero no creemos que la proporción de este expediente sea tal como para hacer una consulta popular», afirmó Borja Suárez.
Pese a las interrupciones que se produjeron en la sesión, solo el PSOE y el PP denunciaron públicamente los insultos y descalificaciones expuestos por parte de la plataforma ciudadana. La portavoz de IU sí dijo que le habían «molestado mucho» los «ataques de la portavoz socialista hacia la coordinadora.
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